La selección senegalesa se clasificó para los octavos de final de la Copa de África tras conseguir un empate (0-0) ante Malaui en el último partido de la primera fase del grupo B.
El encuentro, como el resultado reflejó, apenas gozó de grandes ocasiones y fueron las defensas las grandes protagonistas del choque ante unos ataques inoperantes.
El delantero del Liverpool, el senegalés Sadio Mané, se mostró errático y la única ocasión del partido que tuvo fue en el arranque, minuto 7, con un disparo que se le marchó por encima del arco de Malaui.
Este partido dejó un aspecto negativo para los intereses senegales, y es que Cheikhou Kouyaté vio tarjeta amarilla y se perderá el importante cruce de octavos de final.
La gran ocasión del partido la tuvo Habib Diallo, jugador senegalés del Estrasburgo, que remató con un cabezazo un saque de falta bien dirigido, pero el portero malauí Charles Thomu hizo una soberbia parada.
La segunda parte apenas tuvo emoción y hechos destacables, salvo un penalti que designó el árbitro Blaise Yuven Ngwa a favor de Malaui tras un agarrón de Bouna Sarr en el minuto 75, pero tras dos minutos de revisión, el árbitro VAR no vio infracción y corrigió la decisión inicial del árbitro principal.
Senegal pasó a los octavos como líder de grupo B, mientras que Malaui, con cuatro puntos, tendrá que esperar a que se disputen todos los partidos de la fase de grupos para saber si es una de las cuatro mejor terceras.