La alopecia es una enfermedad que se asocia con los hombres, pero las mujeres también tienen problemas de calvicie derivados de factores externos y genéticos que ha elevado las cifras en los últimos años.
Según Mediarte Medical Center, la calvicie fue considerada algo estético o por una condición propia de la edad en el caso de los hombres, generando desinformación que han impedido la creación de programas de prevención en salud para contrarrestar las alopecias hereditarias o nutricionales.
La progesterona y los estrógenos son las dos hormonas femeninas que se encargan de estimular el crecimiento del cabello.
De acuerdo con algunos estudios, los anticonceptivos hormonales pueden afectar positiva o negativamente el crecimiento y caída del cabello al intervenir en los ciclos hormonales. Otras causas pueden ser el estrés o deficiencia de minerales o androgénica que hace referencia al adelgazamiento progresivo de los folículos capilares.
¿Cuántos tipos de alopecia femenina hay?
Mediarte explicó que existen dos tipos de alopecia femenina divididas en dos grupos, las alopecias cicatriciales que suelen deberse a una enfermedad de la piel y por lo general, son irreversibles y se pueden dar por quemaduras en la zona capilar, infección u otro tipo de factor similar.
Por otro lado, están las alopecias no cicatriciales que se deben a la disfunción del folículo piloso y pueden ser reversibles, según la causa. En este grupo están la androgénica, la caída del cabello de carácter temporal, anagénicas, tricotilomanía que hace referencia a arrancarse el propio cabello de manera recurrente y la alopecia areata.
Alopecia areata, frecuente en mujeres
Es una patología de origen autoinmune, que se da porque los linfocitos atacan de forma errónea al folículo piloso intentando destruirlo de forma temporal. En la mayoría de los casos es posible tener una regeneración capilar.
Una persona a lo largo de su vida tiene un riesgo de 2% de presentar en algún momento alopecia areata. En esta alopecia hay varios subtipos, ya sea focal, multifocal, total y produce alopecia en forma de parches, en algunos casos puede afectar los folículos del cuerpo.
Jada Koren Pinkett-Smith, esposa de Will Smith, sufre de este tipo de alopecia. Su diagnóstico se dio en 2018 y le han realizado varios tratamientos que han producido mejora, pero al suspender el tratamiento se presenta nuevamente recaída.
Expertos como Mediarte aseguran que, en las personas mayores a 50 años, justo la generación de la actriz Jada Pinkett Smith, "hay que tener mucho más cuidado con la parte de inmunomoduladores porque pueden tener múltiples comorbilidades porque existe mayor probabilidad de la aparición de otras enfermedades como hipertensión o diabetes que impida usar algunos medicamentos”.