Colombia es el primer país de América Latina en aprobar el suicidio médicamente asistido
El abogado Lucas Correa, director de investigación en el Laboratorio de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DescLAB), y quien ganó el pulso en la Corte Constitucional sobre el suicidio medicamente asistido, dijo que la decisión convierte a Colombia en el primer país de Latinoamérica en permitirlo, como un derecho a morir dignamente.
El abogado explicó que la decisión de la Corte amplió el derecho que tiene una persona que sufre de algún tipo de enfermedad no terminal y que considera que su vida no es digna por los padecimientos que sufre.
“En conjunto con la eutanasia es una acción legal para acceder a la muerte medicamente asistida. Lo que significa que un médico puede causar la muerte a través de la eutanasia o prestar una ayuda efectiva para que sea la misma persona que cause su propia muerte”, dijo.
El abogado explicó que, al igual que en la eutanasia, el paciente debe cumplir con una serie de requisitos para poder acceder al suicidio medicamente asistido.
Esos requisitos, según la Corte, son “cuando el paciente esté debidamente diagnosticado con una lesión corporal o una enfermedad grave e incurable; cuando padezca de intensos dolores físicos o psíquicos por cuenta de ello y que sean incompatibles con su idea de vida digna; la persona debe manifestar su consentimiento y que tenga una enfermedad grave; la asistencia la presta un médico”.
La Federación Mundial de Sociedades por el Derecho a Morir (WFRtDS, por sus siglas en inglés) también explicó que aunque la eutanasia y el suicidio medicamente asistido se parecen, la diferencia entre uno y otro es que el primero consiste en que “un profesional de la salud (generalmente un médico) aplica el medicamento”, mientras que el suicidio asistido “representa una acción que pone fin a la vida por parte de la persona involucrada, pero siempre usando medicamentos que terminan con la vida recetados por un profesional de la medicina”.
En otras palabras, el suicidio medicamente asistido le permite a la persona que desea morir tomar el medicamento que le recete un médico.