Solo un tercio de la población tiene un interés en la ceremonia y más de la mitad no quiere pagar con sus impuestos el evento real.
Este sábado Carlos III fue coronado ante la mirada de más de 2000 invitados, entre sus súbditos, otros líderes del mundo, jefes de Estado, reyes y miembros de diversas monarquías, políticos y representantes de la sociedad civil, en la Abadía de Westminster, en el centro de Londres.
Este hecho histórico en el Reino Unido ha generado una gran factura. Según la prensa inglesa, el total del evento supera los 100 millones de libras de dinero público. No obstante, el Gobierno hace lo posible para ocultar el costo real de la ceremonia para los contribuyentes.
Aunque Carlos III no quería que su coronación fuera un evento excesivo, ahora es considerado el más caro de Inglaterra.
Incluso, se ha dicho que esta ceremonia ha superado costos de los Juegos Olímpicos de Londres y el último jubileo de Isabel II juntos.
De acuerdo a la prensa inglesa, el evento será pagado por el fondo soberano y el Gobierno británico. Sin embargo, solo un tercio de la población tiene un interés en la ceremonia y más de la mitad no quiere pagar con sus impuestos el evento real.
Cabe resaltar que gran parte de estos costos son por parte del equipo de seguridad y protocolo, pues al tener la presencia de miles de jefes de Estado de múltiples países e invitados, hay que garantizar su seguridad.
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