Dentro del calendario litúrgico del catolicismo, existen varias fechas que tienen un significado especial para los creyentes. Una de ellas es el Miércoles de Ceniza, celebración que marca el inicio de la Cuaresma, que a su vez es un periodo de 40 días en el que muchos creyentes guardan el ayuno y realizan ceremonias y rituales de reflexión hasta el fin de la Semana Santa.
Para este 2024, el Miércoles de Ceniza se celebrará el próximo 14 de febrero, y la cuaresma se extenderá hasta el 31 de marzo, cuando se celebre el Domingo de Resurrección, o también conocido como la Pascua, fecha que además pone fin a la Semana Santa.
Durante la celebración del Miércoles de Ceniza, los feligreses tienen la tradición de acudir a las iglesias para ponerse en la frente una marca en forma de cruz hecha de ceniza (de allí el nombre de la fecha). La ceniza con la que el sacerdote unge a los creyentes generalmente es hecha a base de las hojas de palma que quedan de las actividades del Domingo de Ramos del año inmediatamente anterior, día en el que se conmemoran la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén.
¿Qué significa ponerse la cruz de ceniza en la frente?
Durante el Miércoles de Ceniza son muchas las persones que acuden a las iglesias para recibir la cruz en la frente. Esta marca simboliza la mortalidad y penitencia de los pecados de quien la recibe, razón por la cual el cura acompaña su imposición con la frase “polvo eres y en polvo te convertirás, conviértete y cree en el evangelio”.
Tras recibir la cruz de ceniza, los creyentes del catolicismo acostumbran a abstenerse de comer carnes rojas durante todos los viernes de la cuaresma en señal de sacrificio y arrepentimiento por sus faltas. Cabe recordar que, para muchos, quitarse la cruz de ceniza por vergüenza podría significar un pecado.