En un reciente informe, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) informó que estima que Colombia alcanzará un crecimiento del 2,7% en 2025, impulsado por una tendencia a la baja en la inflación y un consumo interno fortalecido, apoyado en parte en la reducción de las tasas de interés del Banco de la República, que actualmente se sitúan en 9,5%.
Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) también ha presentado su pronóstico para Colombia, proyectando un crecimiento ligeramente inferior del 2,6% para el mismo año.
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La Ocde ha enfatizado que, aunque las condiciones económicas están mejorando, el país enfrenta retos significativos, como la necesidad de incrementar la inversión productiva y abordar los problemas fiscales que podrían limitar un crecimiento más acelerado.
De acuerdo con el Departamento Nacional de Planeación, la inversión en Colombia ha caído un 5% durante el último año principalmente a la incertidumbre económica y a la falta de confianza de los inversores por factores políticos y sociales.
El sector petrolero, ha sido el más afectado con una caída del 1%, pero también este comportamiento negativo ha llegado a sectores como infraestructura y construcción.
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Según las proyecciones más recientes del Ministerio de Hacienda y el Banco de la República, se espera que la economía de Colombia crezca entre el 2,5% y el 3% en 2025, mientras que el dato de la inflación se sitúe en 3%.
Finalmente, José Manuel Salazar, secretario ejecutivo de la Cepal, también ha destacado que el promedio de crecimiento proyectado para América Latina y el Caribe en 2025 es del 2,4%. Sin embargo, ha advertido que “la región se encuentra atrapada en una dinámica de bajo crecimiento”.