¿Por qué este 2024 es un año bisiesto y qué explica este desfase temporal?
Este año 2024 marca el retorno del año bisiesto, una rareza temporal que agrega un día adicional al calendario. Este ajuste, aparentemente simple, es esencial para sincronizar nuestro calendario con las complejidades de la órbita terrestre alrededor del sol.
La explicación se encuentra en el desfase de tiempo: la Tierra completa su órbita en aproximadamente 365 días y 5 horas. Cada cuatro años, estas horas acumuladas suman un día extra, manteniendo así la coherencia estacional.
“Contrario a lo que se cree sobre el año bisiesto hace milenios, hace cuatro, casi cuatro milenios para ser exactos, se sabe de la rotación así como de la de la pequeña curva de los 365,25 días que obedecen pues al giro completo de la tierra alrededor del sol. Los egipcios tenían inicialmente estos 360 días más cinco de festividades”, expresó Carlos Rojas, historiador de la Universidad de Berna.
Señaló que los egipcios ya entendían la necesidad de ajustar el calendario para evitar desfases estacionales, lo que culminó en el calendario juliano. La corrección inició en el año 238 a.C. y continuó evolucionando hasta el calendario gregoriano en el siglo XVI.
Este cambio, liderado por astrónomos y respaldado por la Iglesia Católica, trascendió fronteras y persiste hoy. Aunque algunas comunidades aún resisten, el año bisiesto es un recordatorio de cómo la ciencia y la tradición se entrelazan para mantener nuestro concepto del tiempo en armonía con la naturaleza.
Aunque ahora asociamos el año bisiesto con el 29 de febrero, esto no siempre fue así. En los inicios de este ajuste, el día adicional caía el 24 de febrero.
La historia del año bisiesto se remonta a la antigüedad, a los egipcios en el año 46 a.C. Adoptada por los romanos bajo Julio César, la idea evolucionó hacia el "calendario juliano", aunque aún imperfecto con una corrección de un día cada 128 años. La reforma gregoriana en 1582 refinó el sistema, estableciendo el año bisiesto moderno.