El Catatumbo, desde Ocaña, le dio ejemplo al país en la marcha
Una multitudinaria marcha se vivió en el municipio de Ocaña Norte de Santander, en el marco del paro nacional y movilizaciones del 12 de mayo. Buses y todo tipo de vehículos provenientes de la zona del Catatumbo comenzaron a llegar desde la noche anterior.
Habitantes de los municipios de San Calixto, Hacarí, La Playa de Belén, Teorama y gremio de cebolleros de Abrego iniciaban una de las más grandes movilizaciones registradas en la ultima década.
El único antecedente para referir, nos traslada a 1.987 con el Paro Cívico Nororiental. Las necesidades y el abandono estatal obligaban a miles de catatumberos a exigir salud y mejoramiento de vías, las que hoy siguen en pésimo estado. Era el gobierno de Virgilio Barco, nacido en Cúcuta y del cual se esperaba el apoyo por ser de la región.
La movilización, la más grande de la década de los ochenta, no sólo dejo avances en la infraestructura de salud, el hospital Emiro Quintero Cañizares comenzó a avanzar para atender a una gran cantidad de habitantes del Catatumbo. La violencia también se ensañó en quienes marcharon y que fueron blanco de un exterminio silencioso. Durante unos 7 días, la región demostró la gallardía al exigir lo que se le negaba.
El 12 de mayo de 2021, en una época totalmente diferente y pero con la energía renovada de la juventud, Ocaña es testigo de una nueva gesta. La de solicitar la atención de un "Estado sordo". Miles de catatumberos de nuevo se movilizaron para recordarle al gobierno la gran deuda histórica con nuestras gentes, aquellas que producen con toda dificultad y que por cuestiones del destino y pocas alternativas del gobierno, los llevó a algunos, a vivir de los cultivos ilícitos.
La marcha de este 12 de mayo le dio una gran lección al país, marchar en paz y respeto es posible. A pesar de todas diferencias somos colombianos, merecemos salir adelante, y la espiral de violencia finalmente tiene que detenerse.
Gremios como Cebolleros, camioneros, docentes, estudiantes y gentes del común hoy merecen un reconocimiento. Ojala muy pronto, en un sincero consenso con el gobierno todos los anhelos del Catatumbo sean realidad.