Un S.O.S envían campesinos en Ocaña por crisis en venta y producción de cebolla
Cuando se esperaba que este año 2023 trajera una recuperación económica para los cultivadores de cebolla, lo que se evidenció para los campesinos de la región fue una reiterada crisis.
El 2022 fue negativo para los agricultores de la provincia de Ocaña que terminaron asfixiados por las deudas con el Banco Agrario y demás entidades financieras; según la estadística oficial unas 30.000 toneladas de cebolla estuvieron represadas lo que llevó a muchos a botar o regalar el producto en sus veredas.
La crisis fue abordada por el gobierno Departamental e incluso a través de Asomunicipios por solicitud de FEDEPROCAP, y se elevaron inquietudes al gobierno Nacional para conjurar la situación; entre las peticiones de la época estaban el control al contrabando de cebolla de Perú y Ecuador, y el apoyo con líneas blandas de crédito para solventar las deudas.
Como siempre, algunos controles de las autoridades se realizaron en las carreteras y fueron decomisadas grandes cantidades del producto importado; sin embargo, la cebolla obtuvo un pequeño repunte y sorteando intermediarios lograron los cultivadores realizar algunas ventas.
Vinieron de nuevo los anuncios, las reuniones y todo terminó en falsas expectativas, pues para este año 2023 volvieron los “sabores amargos” de la temporada de cosechas. Cultivadores del municipio de La Playa reportaron a Alerta Santanderes la preocupación “por los bajos precios de la cebolla y la crisis económica que se avecina, lo que podría ahondar la situación que llevaría a la quiebra".
“En el mercado de Ocaña una carga de cebolla peruana puede llegar hasta los 70.000 pesos al día de hoy, lo que pone en desventaja a la cebolla ocañera que podría estar rondando los 170.000 pesos, con las consabidas pérdidas económicas para las familias", indicó un agricultor de La Playa de Belén.
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Lo curioso del caso es que las tractomulas atraviesan medio país con el producto importado y aún así le ganan, dijo un comerciante del mercado de Ocaña.
Ahora, los campesinos de la región esperan de nuevo una ayuda del gobierno nacional a través del ministerio de Agricultura, para tratar de “salvar” el producto, teniendo en cuenta el discurso del presidente Petro en la protección alimentaria del país, a ver si por fin, la zona del Catatumbo llega a un punto de equilibrio.