Un grupo de taxistas adelanta un plan tortuga por diferentes vías de Bucaramanga, en reclamo a la falta de control a la informalidad.
Señalan que la utilización de vehículos particulares en servicio público es el principal factor que está generando pérdidas en ellos.
Milton Camargo, uno de los transportadores sostuvo que los ingresos para ellos se disminuyeron y en algunos casos, apenas alcanzan a recibir $10 mil por día de más de 12 horas trabajadores.
Señaló que las plataformas digitales también se han convertido en un arma en su contra que al final de cuentas es competencia desleal sobre la cual el Gobierno Nacional no ha dado claridad alguna.
Aseguró que esta parte económica es tan lamentable que hasta el costo de los cupos de los automotores se ha disminuido hasta en un 40 por ciento.
“Hasta hace algún tiempo un cupo podía costar hasta $100 millones y hoy por hoy están costando $50 millones, aspecto que evidencia la grave crisis de los taxistas”, enfatizó.
En Bucaramanga hay un promedio de 7 mil taxis que circulan por el área metropolitana.
Mientras tanto, Carlos Rangel, vocero de la veeduría Asopoder Amarillo, señaló que en estos momentos se presenta una división en el gremio porque hasta ahora los propietarios de los vehículos poco han hecho para mejorar la situación.
Incluso, los empresarios hasta ahora reaccionaron y planearon una cruzada nacional, “todo porque el bolsillo de ellos también resulta afecta”.
Sin embargo, el más perjudicado es el conductor, quien se sienta 12 y hasta 14 horas detrás de un volante y muchas veces no tiene dinero para su sustento y cuando se presenta alguna tragedia o muerte, hay que hacer colecta, porque ni siquiera cuentan con la seguridad social.