En la noche del viernes, menos de 48 horas antes del inicio de las elecciones de este 29 de octubre, los sangileños se vieron sorprendidos por una caravana de motociclistas que generó preocupación y alarma entre muchos habitantes del casco urbano de la capital de la provincia Guanentá.
El ruidosos y desordenado grupo empezó a reunirse después de las 8:00 de la noche junto al Hospital Regional de San Gil, en donde apostaron sus velocípedos a lado y lado de la vía, dificultando el paso de los vehículos y de las personas que transitan por el lugar, especialmente hacia los escenarios deportivos que están cerca.
El recorrido empezó media horas después. A las 9:00 de la noche todos se pusieron en marcha, obstruyendo de paso el paso por las principales vías del municipio, por las que transitaron sin control ni presencia de las autoridades policiales, quienes brillaron por su ausencia, algo que llamó la atención porque era imposible no percatarse de la misma.
Algunos ciudadanos expresaron que resultaba incomprensible como ningún mimbro de la Policía Nacional se percatará de semejante algarabía y mucho menos del riesgo que conllevaba. En la carrera 5, entre el sector de Pablo VI y el Hospital de San Gil, el tráfico fue obstruido por lo menos durante 20 minutos, con los riesgos que eso conlleva, pues este es paso obligado para las ambulancias que van hacia la institución de salud.
Algunos con máscaras, otros haciendo piruetas en las motos y pareando de parte en parte como si fueran los dueños de las vías, los motociclistas, la mayoría de ellos jóvenes, transitaron sin control por las ´principales vías del municipio, con botellas de albohol en las manos y con aromas que evidenciaban el consumo de sustancias alucinógenas.
En san Gil a partir de este sábado a las 6:00 de la tarde inicia la ley seca y la prohibición a transitar con parrilleros en las motos, con la expectativa de que las autoridades policiales hagan cumplir las normas y que no pase lo mismo de la caravana, porque San Gil necesita orden.