A pesar de los dos cabildos abiertos y la semana de socialización dispuesta para presentar el proyecto del nuevo Plan Básico de Ordenamiento Territorial, PBOT, ante los concejales que integran la comisión plan de la corporación municipal, el documento aún no se ha votado en primer debate.
La cita hecha para el sábado de la semana pasada terminó en una fuerte discusión entre los corporados, que se dividen entre los que están a favor y los que hasta ahora no han querido votarlo. Luego de la candente jornada, para el domingo se hizo una nueva citación, pero solo asistieron el presidente de la Comisión, José Gregorio Ortiz y el concejal Randy Muñoz Gamboa; los ausentes fueron Camilo Villar, Edinson Rangel y Pablo Aldair Sarmiento, con el agravante de que la hora del encuentro se programo por petición de este último.
El presidente de la comisión manifestó su preocupación por lo que parece ser la falta de disposición de los concejales a votar el proyecto, ya sea positivo o negativo, en medio de un debate en el que han tenido todas las garantías y se han dado las respuestas a las inquietudes presentada por la comunidad.
Ortiz manifestó que en este caso ni siquiera pueden decir que hay presión de la administración municipal porque es la primera que en su paso por la entidad – en la que ya lleva 20 años – es la primera que se le niega la oportunidad al primer mandatario – en este caso, Hermes Ortiz Rodríguez, de hablar en medio del debate. Muñoz, por su parte, dijo que hay una serie de conductas que lo único que hacen pensar es que el único objetivo es dilatar el proceso para hundir el proyecto.
De los concejales señalados de no querer votar Villar fue el único que se pronunció y aseguró que hasta que la Corporación Autónoma de Santander no aclare sus dudas sobre un predio cuyo uso de suelo cambio y ahora es zona de protección, no decidirá si vita positivo o negativo.
Hoy los concejales de la comisión plan están nuevamente citados y si se vuelve a aplazar la votación por falta de quorum el proyecto corre el riesgo de ser archivado y San Gil quedaría una vez más sin un plan de ordenamiento, porque el que está en uso se venció en 2015.