El rescate de las tradiciones orales a través de la comida fusión en Bucaramanga
Si en su búsqueda de nueva comida, que salga de lo típico que se encuentra en Bucaramanga, más allá de la comida rápida, la tártara y la piña, el lugar es el restaurante del hotel Bari, una cocina de fusión que se convierte en toda una experiencia que se puede lograr al hacer un recorrido gustativo casi por todas las regiones del departamento, por los alimentos con los que se preparan los platillos que ahora integran su nueva carta.
Desde las entradas, la propuesta gastronómica es clara, rescatar a través de los alimentos las tradiciones santandereanas, la comida de los ancestros, con una vinculación de otras regiones del país, esto se debe también a la experiencia y recorrido que ha hecho el chef, Juan Camilo Reyes Mora, quien estuvo encargado de la renovación de la carta, la cual cuenta con 25 platos que unen lo mejor de la preparación desde la exploración y selección de cada ingrediente, como quesos que son traídos desde una cooperativa ubicada en una vereda en Tona o la carne de cerdo,de granjas donde la producción se cuida y los animales están al aire libre.
En las entradas, está el frito de la putana, una carimañola crocante rellena de conejo, servida sobre una hoja de plátano decorada con cilantro y suero picante. La otra opción es pescado seco, sobre una cama de arroz con coco, chutney de mango, mayo de ajos, cilantro y espinacas. La combinación de los sabores termina siendo una explosión en el paladar, las salsas que parecen solo adornar la comida brindan un acompañamiento sin igual al platillo.
A la hora de hablar de los platos fuertes, el arte también sobresale, la forma en que es cuidada la presentación de la comida, que se nota en el emplatado que alimenta también la vista, si hubiera que recomendar un platillo a ojo cerrado, definitivamente sería el Caldoso, un arroz húmedo, parecido en su textura a un risotto con encurtidos, pollo, mix verdes, mayo de ajo y arvejas. El restaurante y el chef Juan Camilo tiene como objetivo trabajar con alimentos cultivados en el departamento, como el cacao de San Vicente de Chucurí, que está presente en los postres.
El rescate de las tradiciones orales a través de la comida están presentes en este restaurante, donde un estudiante de arquitectura siguió su sueño y pasión por la cocina y se dedicó a rescatar los sabores que dicen Santander, el chef Juan Camilo, dice que su inspiración surgió: “De una necesidad que he visto hace ya varios años, cuando volví a Bucaramanga, después de estar trabajando más de un año en el Quindío, en el que justamente se rescataba esas tradiciones y esos saberes del departamento, llegué aquí con esa necesidad, buscando un restaurante que lo hiciera”.
Buscando ese lugar que le permitiera mostrar, rescatar y poner en práctica sus años de investigación, encontró el restaurante del Hotel Bari, el cual también estaba en la tarea de una renovación con su concepto, el cual desde este fin de semana ya está abierto para todos sus comensales. El restaurante ofrece un espacio para más de 65 personas, con la opción de realizar eventos para fechas especiales o disfrutar de un brunch con amigas o una cena para cerrar algún negocio.