Emergencia por creciente súbita deja a más de 1.700 familias incomunicadas en Santander
El pasado fin de semana, una creciente súbita azotó a varias comunidades en Santander, dejando a su paso inundaciones y deslizamientos. Más de 1.700 familias se vieron abruptamente incomunicadas después de que el puente de madera que conectaba los sectores de Caracol, Ramada, Ciral, Pablo Sexto y el Corregimiento Laguna de Ortices en el municipio de San Andrés, fuera arrastrado por las aguas desbordadas. La comunidad, que había construido el puente con esfuerzo propio, ahora enfrenta una difícil situación ante la falta de acceso a servicios esenciales y la imposibilidad de movilizarse.
El desastre no se detiene ahí. En la vía entre Bucaramanga y San Gil, específicamente en el sector Pescadero, conductores han reportado la caída de rocas debido a las fuertes lluvias. Este evento ha generado un llamado urgente a la precaución por parte de las autoridades viales, quienes solicitan una mayor presencia policial para garantizar la seguridad de los viajeros en la carretera. En redes sociales el video del puente devastado se ha vuelto viral, donde la comunidad clama por atención y soluciones mientras se exponen a cruzarlo ante la necesidad de conseguir recursos para que sus familias puedan subsistir.
La Oficina para la Gestión de Riesgos y Desastres (OGDR) ha emitido una alerta sobre el repentino aumento del caudal de los ríos Oro y Hato en Piedecuesta. Esta situación ha generado inquietud entre los residentes de las zonas ribereñas, quienes temen posibles inundaciones y deslizamientos de tierra. De hecho, ya se han registrado deslizamientos de rocas y árboles en áreas cercanas a Los Curos-Málaga y en la vía que conecta Piedecuesta con Los Santos. Ante este escenario, la OGDR hace un llamado a la población para que se mantenga alerta y tome las precauciones necesarias para proteger sus vidas y propiedades.
Sin embargo, a pesar de la advertencia de la OGDR y su disposición para atender emergencias, varios ciudadanos han denunciado la ausencia de las autoridades en los lugares afectados. Esta falta de respuesta gubernamental ha aumentado la preocupación y el malestar entre la población afectada, que se siente abandonada en medio de la crisis y piden mayor atención de manera focalizada a los puntos que presentan mayores emergencias.
La situación en Santander es crítica. Las comunidades afectadas por la creciente súbita luchan por sobrevivir mientras esperan la ayuda y la atención que tanto necesitan. Las autoridades locales y nacionales están estudiando los casos para tomar medidas urgentes y así responder a esta emergencia, brindando apoyo a quienes más lo necesitan en estos momentos difíciles.