Las intensas precipitaciones han golpeado con fuerza al departamento de Santander durante el mes de junio, causando estragos en la capital santandereana y municipios del Magdalena Medio. Las autoridades de gestión del riesgo se mantienen en alerta ante las emergencias provocadas por deslizamientos y derrumbes, producto de las inclemencias del clima.
En localidades como Barrancabermeja, Puerto Wilches y Sabana de Torres, los habitantes se han visto obligados a proteger sus pertenencias ante el inminente desbordamiento del río Magdalena. Recientemente, en Sabana de Torres, la comunidad se unió para rehabilitar un jarillón que los protegía de las crecidas del río, recolectando más de 2 mil bultos como medida preventiva.
La preocupación se intensifica en Puerto Wilches, donde campesinos y ganaderos temen por la seguridad de sus tierras ante la posibilidad de inundaciones por el desbordamiento del río.
En Barrancabermeja, las fuertes lluvias provocaron la caída de árboles en el Mirador del Lago, mientras que zonas como la Avenida 52, Pozo Siete, Glorieta de Cavipetrol, Torcoroma, Calle 50 con carrera 23 y 2, sufren inundaciones debido a las torrenciales lluvias.
Además, la proliferación de caracoles africanos ha generado preocupación en la población barranqueña, siendo atribuida a la persistencia de las lluvias. Las autoridades ambientales han iniciado recorridos por diferentes barrios para sensibilizar a la comunidad y recolectar estos moluscos, peligrosos por su potencial para transmitir enfermedades.
La capital santandereana tampoco escapa de los estragos causados por las lluvias, con el aeropuerto internacional Palonegro operando a la mitad de su capacidad debido a cancelaciones y retrasos en los vuelos.
Las autoridades locales invitaron a la población a mantenerse alerta y seguir las recomendaciones de seguridad ante esta situación climática adversa que continúa afectando la región.