La clasificación de los hospitales en Colombia varía según su complejidad, abarcando desde baja, mediana hasta alta complejidad. El Ministerio de Salud los clasifica en primer nivel, nivel IB, mediana complejidad, y mediana B.
El Hospital Regional de San Gil, actualmente clasificado como de segundo nivel con algunas capacidades de alta complejidad como unidades de cuidado intensivo, está en el centro de un proyecto de expansión y mejora que busca elevar su capacidad y servicios. Sin embargo, esta obra quedó en su primera etapa debido a la falta de recursos para terminarla.
Edwin Prada, Secretario de Salud de Santander, explicó que el objetivo es que el Hospital de San Gil mantenga su clasificación de segundo nivel, incorporando subespecialidades de tercer nivel para satisfacer mejor las necesidades de la región. En contraste, el Hospital Manuela Beltrán en el municipio del Socorro, es el centro de alta complejidad de tercer nivel para la zona.
Prada detalló que se está trabajando en la liquidación de la primera etapa del proyecto, que ya lleva cinco meses de avance este año. "El ministro conoce el caso y se ha comprometido a ayudar en la liquidación para viabilizar la segunda etapa sin perder tiempo," afirmó Prada. El plan incluye una inversión de 48 mil millones de pesos para construir un hospital regional de 10,800 metros cuadrados, que beneficiará significativamente a la comunidad.
Sin embargo, tanto el hospital de Mogotes como el de San Gil han sido objeto de observación por parte de la Contraloría, describiéndolos como "especies de elefantes blancos." En San Gil, el proyecto se inició en 2018 y se enfrentó a dificultades con el terreno, requiriendo la construcción de pilotes y una inversión significativa para las bases. Para evitar que la obra quede inconclusa, se han realizado dos mesas técnicas con el objetivo de liquidar la primera etapa y presentar el proyecto completo para la segunda etapa.
El alcalde de San Gil, Edgar Orlando Pinzón, destacó la importancia de coordinar esfuerzos entre las administraciones departamental, municipal y los parlamentarios para terminar rápidamente las obras. "Las obras deben terminarse y esto es un gran aliciente para los sangileños," subrayó Pinzón. Agregó que el Hospital Regional de San Gil quedó en obra negra, pero hay un ánimo positivo de los ministros para conseguir los recursos necesarios.
El proyecto del Hospital Regional de San Gil, inicialmente presupuestado en 24 mil millones de pesos, ahora requiere 45 mil millones adicionales para completarse. El ministro Jaramillo ha expresado su intención de concluir la fase inicial y comenzar la segunda etapa del proyecto. Este sector necesita equipos de tecnología de punta para elevar el hospital al tercer nivel, asegurando así que pueda brindar una atención médica de alta calidad a la comunidad.
La comunidad de San Gil y Mogotes y las autoridades locales tienen grandes esperanzas en que estos proyectos se completen, mejorando significativamente la infraestructura de salud en la región y evitando que estos hospitales se conviertan en monumentos de ineficiencia y recursos desperdiciados.