Ministro de Transporte, William Camargo, manifestó la urgente necesidad de preservar Metrolínea en Bucaramanga
En una conferencia en el Club del Comercio de Bucaramanga, el ministro de transporte, William Camargo, ofreció una respuesta franca y comprometida sobre el destino de Metrolínea, el sistema integrado de transporte público que ha sido fundamental para la movilidad en la región. Camargo delineó los desafíos que enfrenta el sistema y manifestó su visión para preservar al Sistema en el futuro.
Camargo destacó la necesidad urgente de mantener un sistema integrado de transporte público sólido en Bucaramanga. Reconoció que, si bien la prestación de servicios públicos como Metrolínea es fundamental para la equidad y la movilidad de una ciudad, también es una empresa compleja que enfrenta desafíos únicos en diferentes contextos urbanos como la disminución de usuarios, la reducción en la frecuencia de buses, su gestión operativa, hasta la infraestructura; cada aspecto del sistema requiere, según Camargo, una colaboración activa entre el gobierno nacional, los gobiernos locales y la comunidad en general.
El ministro no ocultó las dificultades que enfrenta Metrolínea, especialmente en ciudades como Bucaramanga y Cali, donde los problemas de gestión y mantenimiento están erosionando la calidad del servicio y alejando a los usuarios. Señaló que, a pesar de la inversión significativa del gobierno nacional en la cofinanciación del sistema, la responsabilidad última recae en las autoridades locales y en la participación activa de la comunidad.
Uno de los puntos más destacados de su discurso fue la urgencia de cambiar la mentalidad de la población hacia el transporte público. Camargo hizo un llamado apasionado a los ciudadanos para que reconozcan su papel en la sostenibilidad del sistema y opten por el transporte público como una alternativa viable y sostenible al uso excesivo de vehículos privados y motocicletas. Subrayó que la inversión en transporte público no solo es una cuestión de infraestructura, sino también de cambio cultural y comportamental.
El ministro compartió su experiencia personal durante la pandemia, donde observó cómo el aumento del tráfico privado afectaba directamente los tiempos de viaje y la calidad de vida de la población. Esta observación lo llevó a insistir en la necesidad de políticas públicas efectivas que promuevan el uso del transporte público y desincentiven el uso excesivo de vehículos privados.
En cuanto a soluciones concretas, Camargo propuso nuevas estrategias, como la tarificación por predios en lugar de por usuarios, para garantizar una financiación más equitativa y sostenible del sistema. Además, destacó la importancia de una mayor coordinación entre todas las partes interesadas, incluidos los sectores público y privado, para garantizar el éxito a largo plazo de Metrolínea.
En última instancia, el mensaje de Camargo fue claro: "Solo a través de una combinación de inversión continua, innovación y cambio cultural podemos garantizar un sistema de transporte público sólido y sostenible que beneficie a todos los ciudadanos y contribuya al desarrollo sostenible del país."