¿Mitos y leyendas en la Laguna de Ortices? Esta es la historia de este emblemático sitio en Santander
A casi 105 kilómetros de Bucaramanga, capital de Santander, se encuentra una de las maravillas del departamento: la Laguna de Ortices, la cual forma parte de la provincia de García Rovira y es un centro turístico.
Sin embargo, son centenares los santandereanos y visitantes que han escuchado diferentes historias sobre el origen, los mitos y leyendas que hay detrás de este corregimiento.
Cuenta la historia había una joven que se llamaba Juana Ortiz, quien llegó al pueblo junto a su esposa y su hija, pero allí no los dejaron quedar y les dijeron que el único lugar disponible era la selva que quedaba detrás del pueblo.
Señalan los libros de historia que el grupo familiar se dirigió a este sector y después de un arduo trabajo pudieron montar su casita. Es ahí cuando la joven ponen en el patio de su nueva casa un platón de agua, el cual con el tiempo creció y creció y nació la Laguna de Ortices, laguna que habría acabado con el rancho y los árboles al rededor.
Juana se habría convertido en esa laguna, su esposo se movió hacia otro sector del departamento y allí creció otro y la hija de la pareja llegaría a la Mesa de los Santos, en donde nació otra laguna, afluentes hídricos que hoy son familia.
Cuenta otra parte de la leyenda, que el padre de San Andrés llegaba a este sector a bautizar a los niños y un día se enfureció tanto que se acabó con el padre y un menor. Dicen, que desde ahí, las aguas son completamente calmadas.
Hay quienes cuenta que Juana salía de vez en cuando y hacía su vida normal, hablaba con algunos de los habitantes y compraba sus víveres.
Cabe resaltar que la Laguna de Ortices tiene cercanía al Cañón del Chicamocha, zona que favorece la realización de diferentes deportes extremos.