El municipio celebró con interpretaciones culturales y artísticas sus 247 años.
La tierra de los “Garroteros” se vistió de fiesta el pasado 26 de julio. El Gobernador de Santander, Mauricio Aguilar, acompañó la celebración, junto con el brigadier general José James Roa, Comandante de la Policía Metropolitana de Bucaramanga. La jornada se destacó por un despliegue de presentaciones artísticas y culturales que denotan el orgullo de los piedecuestanos.
Piedecuesta se funda en medio de una problemática de algunos feligreses, habitantes de Pie de la Cuesta, quienes veían dificultad al recorrer dos horas para escuchar la misa en la Capilla llamada El Humilladero, que actualmente es conocida como la Basílica Menor San Juan Bautista.
En el año 1772, los habitantes de Pie de la Cuesta colocaron con palos y paja una cruz para indicar dónde deseaban la parroquia, en la que tiempo después, llegaría el presbítero José Ignacio Zabala, impuesto por Blas Mantilla y empezaría a realizar los actos litúrgicos. Blas Mantilla, fue quien hizo las diligencias en Bogotá para instituir la parroquia por medio de una la licencia.
Luego en 1810, la comunidad volvió a recibir una notificación España, anunciando el cambio de nombre de “Parroquia” a Villa debido al gran conglomerado de personas que tenía en ese entonces Piedecuesta.
Los piedecuestanos reciben el apodo de “Garroteros”, como resultado de la ola de violencia que vivió Colombia durante el siglo XX; la lucha entre los Conservadores y Liberales hizo que las familias piedecuestanas albergaran en sus viviendas, detrás de las puertas garrotes como arma que utilizarían para defenderse de sus adversarios.
Datos de la época prehispánica cuentan que anteriormente, estas tierras aledañas a la capital santandereana, eran aradas por los indígenas Guane, quienes cultivaban maíz y eran fuertes productores de tabaco y algodón. Tenían grandes habilidades para la elaboración de artesanías sobre todo en tejidos hilados con fique.
Fuente
alerta santanderes
