Dos sectores de la Plaza de Mercado de San Gil entraron en remodelación buscando garantizar el funcionamiento del principal centro de abastecimientos de alimentos del municipio.
Los trabajos, explicó Edgar Paredes, hacen parte de los compromisos adquiridos con la Secretaría de Salud del departamento, que tras varias visitas determinó la necesidad de hacer algunos cambios para mejorar la inocuidad, higiene y sanidad de los productos que se venden en el lugar.
El primer proceso es la construcción de las zonas de despostes y lavados para los vendedores de carne de res, cerdo y pollo. El requerimiento obligó entonces a la ampliación del pabellón de carnes, indicó Paredes, resaltando el compromiso de la administración municipal por desarrollar la inversión en la tradicional casona.
Con los trabajos los comerciantes podrán garantizar un mejor servicio a la ciudadanía y se espera que los nuevos sectores queden al servicio de la comunidad en diciembre de este año.
“Todos en acero, con ocho puntos, cada usuario podrá utilizarla con todas las condiciones higiénicas exigidas por la ley”, expresó Paredes, añadiendo que de esta forma la plaza de cumplirá todas las medidas de sanidad requeridas.
Remodelación del planchón campesino
La ampliación del pabellón obligó a la administración de la plaza a reubicar a los vendedores que estaban junto a este sector. Paredes dijo que serán reubicados en el conocido planchón campesino en donde se están adecuando los puestos de venta con mesones y todo lo necesario para estos usuarios. En total son 36 puestos de venta los que se están construyendo.
Además, como parte de la intervención, se respetará el espacio a los campesinos que llegan cada semana, con la diferencia que ahora dejarán de vender sus productos en el suelo y lo harán en mesones dispuestos para ellos, evitando además el uso de canastillas.
Como un hecho adicional, este planchón será un homenaje a los productores del municipio, nombrando los pasillos y puntos de venta con los nombres de las veredas sangileñas, desde donde llegan los alimentos.
Paredes aseguró que todo este proceso de remodelación se hizo cumpliendo con los requisitos de socialización ya demás garantizando la oportunidad de empleo a los vendedores venía ocupando entre semana el planchón que únicamente estaba destinado para uso de los campesinos. A ellos también se les asignó un nuevo lugar. Es preciso recordar que cada usuario de la plaza tiene obligaciones contractuales con un pago mínimo de arrendamiento y el cumplimiento de unas normas de funcionamiento.