¡Sigue cayéndose! Así está el colegio que es patrimonio cultural de Vélez
Caída de techos, el gorgojo atacando a la infraestructura y la falta de conservación le pasó una lista de cobro al Colegio Nacional Universitario de Vélez en Santander.
Este centro educativo es unos de los primeros colegios que se crearon en Colombia, fue declarado como patrimonio cultural en el departamento de Santander; sin embargo, la falta de inversión hizo que desde hace dos años, más de 500 estudiantes que recibían sus clases allí tuvieran que abandonar la zona porque “la estructura no aguanta más”.
Los estudiantes fueron trasladados a instituciones aledañas para continuar con sus labores académicas, pero el Colegio Nacional Universitario que en 1973 fue declarado monumento nacional y patrimonio histórico se deteriora cada vez más rápido por las fuertes lluvias por las que atraviesa el departamento.
“Este colegio fue sellado por parte de la Secretaría de Salud Departamental porque ya no era posible que los estudiantes estuvieran recibiendo clases allí. Esta es una institución de las más importantes en la provincia de Vélez”, señaló Pedro Nel Pinzó, abogado, exalumno y defensor del colegio Universitario.
La lucha continúa y por medio de una acción popular interpuesta ante el Tribunal Administrativo y que fue aprobada por el Consejo Superior de la Judicatura, se obliga al Ministerio de Cultura y la Gobernación de Santander a que respondan por la restauración de este monumento; pero todavía no pasa nada.
“Es una nueva acción bien interesante porque tendrá que tener un acción de cumplimiento. El colegio fue creado en 1824 por Francisco de Paula Santander y cerró en 2019 por al alcaldía de Vélez por el mal estado, los estudiantes siguen en un hacinamiento en los colegios aledaños”, agregó el abogado.
Cabe señalar que esta institución en 2024 cumpliría 200 años como este edificio colonial que hace parte de los colegios santandereanos.
Un repaso por la historia
Este edificio conventual se inició a construir en Vélez por los dominicos en 1547, hacia el año 1700 el convento fue cedido a los Franciscanos ya en 1824 fue confiscado por Francisco de Paula Santander y convertido en escuela de Gramática y Primeras Letras, facultad de jurisprudencia, medicina e ingeniería.
En 1973, mediante Decreto Ley 2333 fue declarado Monumento Nacional y Patrimonio Histórico de la Nación y en 2019, fue cerrado como colegio por deterioro y amenaza de colapso.