La espuma que se presentó hace unos días en el sector Los Puentes del municipio de Mosquera, Cundinamarca, cubría paredes, techos, ventanas. Había tanta espuma, que acumulada superaba la altura de la casa de doña Flor Alba, quien con un cartón de manera permanente intentó evitar que no ingresara a su vivienda.
En medio de la angustia, algunos habitantes de Mosquera comparaban la espuma acumulada en el río con 'grandes bolas de nieve', con la espuma que sale de una lavadora tras el exagerado uso de detergente. "Ya no sabemos cómo describir todo esto que nos pasó. La llegamos a pasar muy mal”, comentó una ciudadana.
Añadió que es tanta la afectación que su niño de cuatro años ha estado presentando tos y picazón. "Yo se lo atribuyo a esa espuma producto de la contaminación, aunque en el centro de salud me dijeron que eso no tenía nada que ver".
La semana pasada por causa de la capa vegetal que cubre el río Bojacá, la espuma se acumuló, y el viento hizo que llegara a parar en los patios, en la ropa que estaba en los tendederos, en las calles, en todo rincón de Los Puentes.
Los vecinos de esta zona cuentan que la espuma es grasosa, es sucia y huele a feo. Muchos tuvieron que cerrar sus tiendas, y quitar los puestos de empanadas para evitar que sus productos se contaminaran.
Al consultar las razones por las que se presenta esta espuma, el secretario de Gobierno de Mosquera, Mario Alberto Correa, lo explicó de esta manera: "Aquí la generación de espuma se da porque el agua viene cargada de material vegetal, de químicos, de jabón, y material parecido. Nosotros hacemos parte de la cuenca media, en la cuenca alta seguramente se están realizando vertimientos que deben ser controlados por la autoridad ambiental, que repercute directamente en la comunidad".
Agregó que "esta es una situación que lleva muchos años; en los que sectores como el agrícola, industrial y residencial hacen de manera directa las descargas al río, y la mayoría de esta agua no es tratada".
De igual forma, el funcionario precisó que hasta el momento no hay casos confirmados de afectación a la salud de los pobladores.
En el momento de la visita, la espuma había desaparecido de los alrededores de las casas, del ambiente. Solo se evidenciaba un poco y de manera controlada en el río Bojacá, cerca de su desembocadura en el río Balsillas.
La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, publicó recientemente que “el retiro de buchón en una de las zonas de mayor represamiento sobre el río Balsillas, nos permitió superar la emergencia por la generación de espuma a la altura del sector de Los Puentes en Mosquera. Este material vegetal incrementó debido a las fuertes precipitaciones que generaron mayor turbulencia sobre la fuente hídrica. Continuamos ejerciendo nuestra autoridad ambiental con el seguimiento y control a vertimientos”.