Madres de Soacha: Siguen sin escuchar la verdad de los falsos positivos
La Comisión de la Verdad organizó un nuevo encuentro entre tres militares implicados en los falsos positivos de Soacha y sus madres, para consolidar acciones de verdad, justicia y reparación. En el encuentro se llevaron a cabo nuevos testimonios y confesiones entre victimarios y víctimas.
A la diligencia asistió el general retirado, Paulino Coronado señalado como uno de los implicados de máximo poder en las ejecuciones extrajudiciales.
Este caso sacudió a 31 de lo 32 departamentos del país, con un total de 6.402 muertes, y del municipio más grande de Cundinamarca fueron 14 personas asesinadas.
Carmenza Gómez, una de mas madres afectadas, se refirió a la última vez que vio a su hijo Víctor Fernando Gómez. “No siento odio por ellos, he logrado sacar ese odio porque la primera vez que fui a la audiencia yo quería matarlos porque me habían quitado a mi hijo adorado, hoy no, ya pude hablar con uno de los reclutadores”, indicó.
Las Madres de Soacha se han consolidado como un grupo de mujeres que se unieron por el dolor de la ejecución injustificada de sus hijos. Ellas han liderado un proceso artístico como el arma de defensa y esperanza, “para sacar el odio y limpiar nuestro corazón y tener el alma en paz cociendo”
Dentro del diálogo, Gómez aseveró que su hijo falleció el 25 de agosto del 2008 y que “ Dairo José Palomino Ballesteros y su mujer, debían pelear con la guerrilla, sino reclutaban jóvenes para asesinarlos y hacerlos pasar como guerrilleros en combate. Eso pasó el 23 de agosto en el barrio Ducales, comuna uno de Soacha, de donde se los llevaron supuestamente a trabajar”.
“Nuestros hijos no eran guerrilleros, no eran delincuentes, como lo dijo (Álvaro) Uribe en el 2008, ellos no fueron a Ocaña, Norte de Santander a delinquir; no es cierto que por algo los mataron. Yo digo con orgullo mi hijo no era guerrillero, era un joven de 23 años con muchas ilusiones, hijo de Soacha”, ratificó una de las madres.
Por otro lado, una de las participantes de este evento menciona que estos espacios sirven para aclarar la verdad y el perdón que necesitan miles de familia en Colombia: “Hay un futuro si hay verdad, tenemos que hablar para reflexionar y tener humildad, el proceso ha sido fuerte, proclamamos vivir en armonía, el perdón es una señal de fortaleza”.
hicieron presentes los exmilitares señalados de las ejecuciones extrajudiciales como Gabriel de Jesús Rincón, teniente coronel retirado, quien fue comandante de la brigada XV del Ejército Nacional de Colombia en Norte de Santander y el sargento Sandro Mauricio Pérez Contreras perteneciente en su momento al batallón infantería Francisco de Paula Santander que operaba en este mismo departamento; y el excomandante, Paulino Coronado quien dijo que los jóvenes no eran guerrilleros como se había dicho.
En este sentido, Gabriel de Jesús Rincón, mencionó que, “acudo ante la JEP como compareciente, pero más ante la Comisión para el esclarecimiento de la verdad como un compromiso que a lo largo de dos años y medio hemos caminado como el equipo psicosocial para tener este espacio como reconcomiendo público por los asesinatos que se cometieron en la brigada móvil número XV”.
También reconoció que, “existieron crímenes de guerra y de lesa humanidad de los seres queridos que ustedes enaltecen y para poder dignificar el nombre de ellos, si se cometieron estos vejámenes a manos de las fuerzas militares, para contemplar unas estadísticas, fueron malas decisiones, el Ejército no era efectivo. Todo obedece a presiones. Yo, encubrir, oculte información, que se dio como si fueran reales antes la Fiscalía y Procuraduría como un combate real”.
Por su parte, Sandro Mauricio Pérez dijo que, con falsas ilusiones de empleo fueron combatidos estos jóvenes y esa fue su mayor responsabilidad en el caso.
Es importante mencionar que, Alejandro Valencia miembro de la Comisión de la Verdad informó que, con estas declaraciones, en el informe final se podrá que, los falsos positivos, cometidos durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, entre el 2002 y el 2008 hicieron parte de su política de Gobierno.
“Los principales responsables son el Ejército Nacional, sin embargo, la Comisión constató que en estos hechos se consolidó un entramado de actores estatales y no estatales con diferentes niveles de jerarquía, participación, responsabilidad y relaciones entre ellos; tales como, los grupos Gaula, la Armada Nacional, el DAS, la Justicia Penal Militar, el Consejo Superior de la Judicatura, empresas multinacionales, grupos paramilitares, entre otros”, puntualizó Valencia.