Las polémicas corralejas realizadas en el municipio de Manatí, al sur del Atlántico, dejaron 22 personas lesionadas, una de ellas de gravedad, quien es atendida en un centro asistencial de Barranquilla debido a que fue embestida por un toro, cerca a una axila.
“Un total de 12 personas resultaron lastimadas por corneada de los toros. Dentro de estos, una fue remitida a la capital del Atlántico por las heridas que recibió; diez con elementos cortopunzantes o golpes, al estar dentro de las propios corralejas, al momento de correr”, afirmó el sargento Carlos Mastrodomédico, comandante del Cuerpo de Bomberos del municipio.
Igualmente, dos menores de edad resultaron afectados. Sin embargo, el funcionario aclaró que no fue dentro de las festividades. “Los menores que se atendieron fue porque se puyaron, pero fuera del escenario taurino”, indicó. Estas celebraciones comenzaron el siete de diciembre y finalizaron el 11 del mismo mes.
El primer día de desarrollo del evento, una persona fue lastimada; en el segundo, ocho, en medio de corridas, varias de ellas con objetos cortopuzantes, por golpes y corneada.
En la jornada del viernes nueve de diciembre se registraron seis personas heridas, de las cuales, dos de ellas fueron los menores de edad, quienes tuvieron lesiones en sus miembros inferiores.
Mientras que, el sábado 10 de diciembre hubo seis lesionados más. En la jornada del domingo, por su parte, no se reportaron personas afectadas.
Muchos ciudadanos expresaron su inconformidad por su realización, al asegurar que la Administración municipal debía enfocar sus esfuerzos en las personas afectadas por la temporada de lluvias.
Sin embargo, Evaristo Oliveros, alcalde de la población, defendió la puesta en marcha de las fiestas, al señalar los empleos que esto generaba, lo cual le permitía a sus habitantes contar con ingresos para el sustento de sus familias, especialmente para la temporada decembrina.
A pesar del llamado de Elsa Noguera, gobernadora del Atlántico a los alcaldes, de evitar la realización de estas celebraciones, Oliveros argumentó la necesidad de hacerlas para brindarles estabilidad a los habitantes.