El número de niños fallecidos en Ucrania desde que los rusos invadieron el país, el pasado 24 de febrero, ha alcanzado la cifra de 205, según datos publicados este lunes por la oficina del Fiscal General ucraniano en su cuenta de Telegram.
Además, más de 362 niños han resultado heridos debido a "la agresión armada a gran escala por parte de la Federación Rusa", señala la Fiscalía sobre unas cifras que no han podido ser confirmadas por una fuente independiente.
El organismo judicial explica que estos datos "no son definitivos, ya que se está trabajando para cuantificar" con exactitud el número de víctimas en lugares donde las hostilidades por parte del ejército ruso son "activas, en los territorios temporalmente ocupados y en los que han sido liberados".
Según estos datos oficiales de los fiscales de menores, los lugares en los que se produjeron más decesos fueron la región de Donetsk, en el sureste, donde ha muerto 117 niños, seguido de Kiev, donde fallecieron 107, y Járkov (este), donde han muerto 91.
Debido a los bombardeos y ataques de diferente índole por parte de las tropas rusas, al menos 1.018 instituciones educativas también resultaron dañadas, de las cuales 95 quedaron completamente destruidas.
Nueva ofensiva rusa
Las autoridades regionales de Luhansk informaron hoy del inicio de la gran ofensiva por parte de Rusia en el este de Ucrania, tras varios días de preparativos y concentración de tropas rusas en esa parte del país.
"Podemos informar que la ofensiva ya ha comenzado", afirmó en un comunicado la administración militar regional, que añade que se lucha por las calles de Kreminna.
En un mensaje difundido a través de la cuenta en Telegram, la administración militar regional añade que la evacuación de civiles es "imposible".
Desde el este de Ucrania se reportaron por la noche nuevos ataques rusos con misiles contra la ciudad de Kramators, así como en otras poblaciones del Donetsk, como Vugledar, Marinka y Gradiv.
Se afirma asimismo, por contra, que la situación no ha cambiado en Mariúpol, la asediada ciudad portuaria a la que el mando ruso apremió ayer a rendirse.
Miles de civiles de Mariúpol, en la costa del mar de Azov, resisten los continuos bombardeos de las tropas rusas refugiados en las instalaciones de la acería de Azovstal, una antigua planta metalúrgica creada en la década de 1930, según Ukrinform.
El ultimatum impuesto por Moscú expiró el domingo al mediodía, sin que los resistentes ucranianos depusieran las armas.
Se estima que en esa antigua acería hay atrincherados además unos 2.500 soldados, que serían la última defensa por parte ucraniana de la ciudad.
En paralelo a esa situación en el este, las autoridades de Leópolis informaron este lunes de nuevos ataques sobre esta ciudad, cercana a la frontera con Polonia.
Según informó este lunes el alcalde de la ciudad, Andriy Sadovyi, en la red Telegram, cinco misiles han caído en la urbe en las últimas horas.