Este 28 de diciembre, como es costumbre, se celebra el Día de los inocentes en Colombia, México, El Salvador, Venezuela, España, y más países. Es una fecha que reúne algunos apartados bíblicos con el propósito de reflexionar sobre un trágico suceso. Sin embargo, al paso de los años, se ha utilizado para realizar bromas.
Origen del ‘Día de los Santos Inocentes’
El origen de este día es por cuenta de uno de los episodios más crueles del cristianismo. Según cuenta la historia, en el Nuevo Testamento, San Mateo narra la historia de cuando los reyes magos llegaron a Jerusalén para presentarse ante el rey Herodes I para indicarle que iban en busca de Jesús de Nazaret, el futuro rey de los judíos que acababa de nacer.
Herodes se llenó de temor y envidia al pensar que llegaría quien lo iba a sustituir en su mandato, por lo que les pidió a los reyes magos buscar al niño y traer información sobre su paradero.
Y aunque los sabios se negaron, el emperador mandó un grupo de soldados a Belén a matar a todos los niños menores de dos años.
Se cree que este suceso se dio uno o dos días después del 6 de enero. Al no tener una fecha exacta ni una evidencia histórica que narre este suceso, muchas personas dudan de la veracidad de esta información.
Sin embargo, Flavio Josefo, historiador judeorromano del siglo I, describió en sus narraciones a Herodes como un ser patológicamente celoso de su poder, pues varios de sus familiares fueron asesinados por orden suya, ya que sospechaba que trataban de suplantarlo.
¿Por qué se realizan bromas durante el Día de los Santos Inocentes?
Este, que es un día lleno de humor y risas, no siempre ha sido así, el Día de los Inocentes también es considerado como una tradición pagana-religiosa, debido a que se cree que las bromas e "inocentadas" provienen de un rito pagano conocido como La fiesta de Los Locos ('La fête de Fous').
Se cree que en países europeos los clérigos, diáconos y sacerdotes entraban enmascarados, vestidos de bufones o con trajes de mujeres a los templos, así como cantaban y danzaban en el marco de esta celebración que se realizaba en la Edad Media entre Navidad y Año Nuevo.
En este sentido, según cuentan algunos historiadores, al coincidir el Día de los Santos Inocentes y La fiesta de Los Locos, la Iglesia decidió unir ambas para apaciguar de algún modo las locuras que se hacían en la segunda de ellas.
Finalmente, se unieron las costumbres paganas junto con las de la religión.