Atención niños migrantes en la frontera
ICBF
11 Mayo 2022 03:41 PM

Más de 250 niños migrantes recibirán atención del ICBF

Fabián
Silva Ramírez
Los beneficiarios son menores entre los seos meses hasta los cinco años de edad.

En el municipio de Villa del Rosario, específicamente en el barrio La Parada, en frontera con Venezuela, es un lugar por donde transitan diariamente migrantes, viajeros y trocheros, muchos de ellos de escasos recursos y quienes viven del día a día, en las calles de Cúcuta y trabajan en compañía de sus hijos.

El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) implementó una estrategia para brindar atención integral a los niños y niñas migrantes entre los seis meses y cinco años de edad, en un lugar que se ha convertido en el refugio de los más pequeños durante el día.

Este sitio es el Centro de Desarrollo Infantil (CDI) Mi Vecino Protector, y cuyo objetivo principal es la educación inicial sin Fronteras para los más pequeños, este proyecto fue una de las experiencias ganadoras entre 700 inscritas, que llegaron a Bogotá al encuentro 'Experiencias de Primera' para mostrarle al país cómo se trabaja día a día para transformar las realidades y el futuro de estas familias, según informó el ICBF.

Este Centro de Desarrollo Infantil es manejado por la Corporación de Profesionales para el Desarrollo Integral Comunitario (Corpodrinco), quienes diariamente reciben 284 niños y niñas, hijos de personas habitantes de vivienda no formal y trocheros.

Los padres de familia buscan a través de los servicios del ICBF brindarle a sus hijos las posibilidades que ellos, por su condición, no pueden darle. Como un baño diario, cambio de ropa, alimentación ajustada para cada edad y, sobre todo el cariño y la vocación de las agentes educativas que los reciben con el mismo cariño con el que se cría a un hijo.

Para la coordinadora del CDI Mi Vecino Protector, Diana Gómez, el aumento de beneficiarios es el impacto más grande que han tenido que afrontar “los niños son migrantes, la mayoría hijos de madres y padres solteros, habitantes de calle y trocheros, para trabajar en estas jornadas se debe tener mucha vocación, entrega y dedicación, porque al ser niños en condición de calle debemos atenderlos con mayor cuidado, apenas los recibimos los pasamos a bañar, a procesos de limpieza y luego reciben todo el acompañamiento de las jornadas y la alimentación”, señaló.

De otro lado, la funcionaria contó que a través de donaciones de la comunidad, jornadas de recolección y al hacer un voz a voz entre los vecinos y conocidos, han logrado ofrecer ropa, zapatos y elementos que los niños puedan necesitar y en muchos a sus padres.

Al inicio de sus funciones, el CDI contaba con 60 niños, pero junto a la alianza con el ICBF en Norte de Santander, se logró gestionar todo lo necesario para un aumento de cobertura logrando un incremento del 373% utilizando un modelo de atención flexible, y adaptado a la primera infancia migrante.

El servicio a los menores cuenta con dos horarios de atención que inician desde las 6:30 de la mañana hasta las tres de la tarde, y un segundo turno de tres de la tarde hasta las nueve de la noche.

Fuente
Sistema Integrado de Información