Violencia en Ocaña: bajan hechos de sangre, pero aumentan riñas callejeras
Las cifras de hechos de sangre disminuyeron en el municipio de Ocaña, pero ahora las autoridades atienden un gran número de actos de intolerancia que ocupan el trabajo de seguridad en la jurisdicción.
La comunidad ocañera resalta el avance en materia de seguridad; sin embargo, ven con preocupación cómo ahora la policía debe atender riñas familiares y callejeras cada fin de semana.
Según el Mayor Óscar Caro, comandante de la estación de Policía del municipio de Ocaña el alto consumo de licor y hasta "cualquier bobada" está generando peleas. Señaló que algunas de las personas portan armas blancas lo que finalmente lleva a realizar la captura pues casi siempre se presentan riñas que terminan el lesiones personales.
El mayor número de riñas se presentaron el pasado sábado, según datos del comandante se registraron 43 llamados por riñas. La situación desbordó originando una congestión en el servicio de urgencias del hospital Emiro Quintero Cañizares.
"Por favor, pido más control", expresó Óscar Cárdenas, Comandante de Policía Ocaña en una rueda de prensa convocada en las últimas horas.
Señaló que en 20 días que lleva en la ciudad le ha sorprendido el alto número de actos de intolerancia, resaltando que el día sábado fue el de más trabajo para el cuerpo de uniformados.
A esto se suma el poco número de agentes para controlar los desórdenes que frecuentemente se reportan en sectores como la vía al Estadio Hermides Padilla y la universidad, lugares que son apetecidos por los jóvenes al no contar la ciudad con una Zona Rosa.
Desde el gremio de comerciantes nocturnos se ventila una propuesta que sería presentada al alcalde Samir Casadiego y que buscaría ampliar el horario de atención hasta las 4 de la madrugada, pues desde inicio de pandemia el cierre de bares y discotecas está establecido a las 2 de la madrugada, afectando económicamente la actividad.