A partir de la idea de aportarle a Bucaramanga en materia ambiental, desde el 2018 surgió la realización de un vivero comunitario en la Universidad Industrial de Santander, UIS, proyecto que se ha extendido y ha llegado a diferentes barrios y comunas del área metropolitana.
Esta iniciativa nació debido a que en la ‘Ciudad de los Parques’ se registra un déficit de más de 100 mil árboles. Esta cifra se tiene en cuenta debido a que la Organización Mundial de Salud, OMS, estipuló que para tener ambientes sanos y saludables, lo ideal es que exista un árbol por cada tres habitantes. Situación que no se cumple.
“En 2018 realicé una protesta sobre la copa de un árbol en la Escuela Normal Superior de Bucaramanga, duré 55 horas y allí logré salvar seis árboles que son insignia de la Institución Educativa. A partir de ahí quería realizar una propuesta para aportarle a la ciudad en materia ambiental y surgieron los viveros”, indicó David Guerrero, promotor ambiental del área metropolitana.
En su casa, ubicada en el norte de la ciudad, sembró más de 50 árboles y comenzó el aprendizaje y la identificación de los mismos, la ceiba, los guayacanes y demás especias nativas fueron los primeros en hacer parte de estos viveros.
“Cuando los árboles están en tamaño de siembra, los hemos plantado en diferentes jornadas comunitarias que realizamos en los barrios de Bucaramanga, Girón y Piedecuesta. Hacemos jornadas de sensibilización y aprendizaje, las cuales van de la mano con la limpieza de fuentes hídricas”, agregó Guerrero.
En la actualidad, estos viveros están haciendo parte de los diferentes sectores de la ciudad y el más dinamizado hasta el momento es en el barrio Luz Esperanza en el norte de la capital santandereana.
En este lugar, desde los inicios de la pandemia por el covid-19, comenzó la siembra de maíz, tomate y pimentón. Además, se inició el compostaje comunitario.
“Teniendo en cuenta la problemática de residuos por los que pasa Bucaramanga, empezamos con la comunidad a separar los residuos orgánicos y a partir de ahí hacemos el abono para la siembra que hacemos en la huerta, es un proyecto tres en uno”, dijo Guerreo.
A la fecha, en este vivero forestal ha sido posible la siembra de más de 500 árboles nativos y el objetivo es llegar a los 5 mil, mediante la integración de la comunidad de los diferentes sectores de la ciudad.