Es crítico el estado de salud del menor que cayó a una paila hirviendo
Bajo pronóstico reservado y con quemaduras de tercer grado en más del 95% de su cuerpo, permanece el menor de 3 años que cayó a una paila hirviendo en un trapiche en Santander.
El menor es atendido por personal especializado del Hospital Universitario de Santander luego de ser remitido desde el Hospital de San Gil en un helicóptero ambulancia, tras sufrir el accidente en el trapiche en el que trabaja su mamá.
Ante la gravedad del caso, y con la gestión de la Gobernación de Santander y en coordinación con la Quinta Brigada del Ejército, se logró el traslado aéreo de manera inmediata porque requería de una atención más especializada.
El coronel Edgar Alberto Pulido, comandante de la Quinta Brigada del Ejército Nacional señaló “se realizó el traslado del menor en una acción humanitaria en un helicóptero ambulancia Black Hawk, ante la petición de la comunidad y de los familiares, desde el municipio de San Gil hacía la capital de Santander con el fin de salvar la vida del niño”.
Fueron momentos de angustia por parte de los padres de familia quienes acompañaron el traslado del menor hacia el Hospital Universitario de Santander.
Para nosotros es importante ayudar a la comunidad, desde que podamos servir con todas las capacidades y brindar ayudas humanitarias vitales que permitan salvar guardar la vida e integridad de las familias del departamento lo vamos a continuar realizando añadió el oficial del ejército.
Este caso llamó la atención de los galenos del Hospital Universitario de Santander por la gravedad de las heridas del menor y por eso trabajan con compromiso para brindar atención médica necesaria.
Según información de las autoridades este accidente se habría presentando mientras se adelantaba la molienda y producción de panela en el municipio de San Joaquín, donde al parecer el niño de 3 años habría caído en una caldera para la producción de panela.