En conmoción quedaron los feligreses de la Iglesia Santa María, de Floridablanca (Santander), al conocerse la muerte del vicario parroquial Carlos Josué Zerpa Garza.
Según señalan las autoridades, el cuerpo del sacerdote fue encontrado en la casa cural en donde dormía, dos días después de no tener señales sobre su vida. Es por ello, que al lugar llevaron un cerrajero que logró abrir la vivienda y se encontraron con esta lamentable noticia.
Las versiones preliminares señalan que el cuerpo estaba en un alto grado de descomposición y sentado en un sofá, junto a él encontraron un arma de fuego con dos cartuchos que habían sido accionados en el piso y, además se halló un arma cortopunzante.
La Policía Metropolitana de Bucaramanga señaló que se trataría de un presunto suicidio y que el sacerdote de 61 años de edad venía sufriendo un cuadro de depresión. "La familia había señalado que él estaba aislado, no había establecido mayor contacto con ellos y desconocían si él tenía algún problema o enfermedad", señaló una fuente de la Mebuc.
Hay que señalar que el cuerpo presentaba una herida con arma traumática en la parte posterior de la cabeza y fue trasladado a Medicina Legal en Bucaramanga, quienes serán los encargados de establecer los móviles de la muerte.
Es importante mencionar que los habitantes de esta zona aledaña escucharon en días anteriores lo que sería un disparo, y posteriormente por el olor del cuerpo en estado descomposición hicieron el respectivo llamado a las autoridades.
Los feligreses han realizado su pronunciamiento frente a este lamentable hecho y piden que se desarrolle la investigación pertinente. Además, describieron al sacerdote como un hombre que servía a su comunidad y devoto.