
"Las cuchas tenían razón" grafitis que quedaron tras las movilizaciones en Bucaramanga
En medio de las marchas convocadas por los sindicatos de centrales obreras y los estudiantes de la Universidad Industrial de Santander, en apoyo a las reformas sociales presentadas por el gobierno nacional, se esperaba que entre 1,000 y 1,500 personas se manifestaran en la capital de Santander. Aunque no se cumplió con la cantidad de asistentes esperada, la ciudad permaneció paralizada debido a que los dos grupos de manifestantes partieron desde puntos diferentes.
El grupo de estudiantes, que se reunió alrededor de las 2 de la tarde en la Plaza de la UIS, dio a conocer los motivos de su movilización. Comenzaron su recorrido desde la carrera 27 con calle 9, donde su marcha, como es habitual, se acompañó de cánticos creados especialmente para cada temática que los convoca. En esta ocasión, la reforma laboral fue el eje que inspiró a los estudiantes a cantar al unísono: "¡Maestros y estudiantes, la rebelión se justifica!"
A medida que avanzaban por la avenida hacia la calle 36, algunos de los manifestantes realizaron grafitis con la leyenda "Las cucha tenían razón", los cuales fueron plasmados en las fachadas de viviendas cercanas al paso de la movilización. Cabe recordar que el mural con la misma frase, que había sido realizado previamente en la ciudad, fue borrado por la administración municipal.
Al respecto, la Defensoría del Pueblo se pronunció: “Independientemente de las discusiones sobre derechos culturales, memoria artística, estética urbana y paisajismo, en contraste con los derechos de las víctimas y el derecho a la verdad, es necesario que, desde una perspectiva de derechos humanos y de la adecuada administración de la ciudad y el orden público, se tenga en cuenta que la acción de borrar un grafiti de protesta social puede interpretarse como una forma de censura y una violación del derecho a la libertad de expresión".
En el comunicado el ente público precisó sobre la libertad de expresión como un derecho fundamental que "incluye la posibilidad de expresar opiniones y denuncias, especialmente en contextos de protesta social. Por lo tanto, borrar un grafiti que denuncia injusticias puede ser interpretado como un intento de silenciar voces críticas y limitar el debate público sobre temas de interés social.”