
Pacientes de la Nueva Eps en Santander, también afectados por demoras en la entrega de medicamentos
Luz Angélica Martínez, docente independiente, padece una condición pulmonar, como consecuencia del Covid-19. Menciona que desde octubre espera por unos medicamentos, pero que la Nueva EPS no los autoriza, aunque en Disfarma el medicamento ya está disponible.
“El problema es que la Nueva EPS no autoriza la entrega de medicamentos. Primero me dijeron que era porque se les había acabado el contrato con la IPS. Después llamo a la IPS y me dicen que el contrato fue renovado, pero que tienen que esperar a que la Nueva EPS me autorice. Voy a la Nueva EPS y me dicen que no, que tienen que esperar que todavía no, que vuelva en 15 días hábiles que ya me daban la autorización”.
La docente comentó que lleva cinco meses enfrentando esta situación, que la tienen de un lugar a otro, mientras pierde la capacidad de vivir dignamente. Su condición requiere el medicamento, que no le entregan desde octubre, para poder realizar actividades básicas, como dar clases sin ahogarse o realizar tareas domésticas.
“Esto me limita, hay días en que me levanto ahogada, me toca inhalarme, bajo a las clases y estando en clases tengo que tirarme, literal al piso, porque como no puedo respirar , empiezo a sentirme mareada, empiezo a sentir que me voy a desmayar, delante de mis alumnos debo tirarme al piso, eso no es vida, no es vida para un ser humano, que jueguen con la salud de uno”.
Dado que le han negado la entrega del medicamento, los médicos debieron tratarla con otros fármacos que alteran su sistema nervioso, lo que ha provocado efectos secundarios
“Tengan consideración con el pueblo que paga de su bolsillo salud, nosotros somos los que sustentamos la economía del país, para que nos traten de esa manera”, agrega.
Luz Angélica explicó que el valor de este medicamento, cuyo nombre es Benralizumab y que la Nueva EPS continúa sin autorizar, oscila entre los 9 y $10 millones, por ampolla. Para un tratamiento inicial es una ampolleta cada mes en las primeras dosis y después una cada dos meses, aunque confirma que en su caso tendría que iniciar de nuevo con una dosis más alta porque el tratamiento que llevaba quedó a medias.
#Salud | Luz Angélica Martínez es paciente de la Nueva EPS en Floridablanca y denuncia que, desde hace cinco meses, no recibe una medicina vital para el tratamiento de su condición. El tratamiento cuesta en promedio por ampolla de Benralizumab 9 millones de pesos. pic.twitter.com/LA9glcCZeo
— RCN Radio Bucaramanga (@RCNBga) March 22, 2025
Sergio Prada, gerente de la clínica infantil San Luis, asegura que "el sistema no está mal lo que está mal es la financiación".
“Mire, los únicos que pierden con las crisis de salud son las IPS públicas y privadas, clínicas y hospitales del país, que les han robado la plata, que no les pagan la plata e indudablemente el más paganini es el paciente al cual le restringen los servicios o se pierden. Esa es la verdadera crisis de salud, crisis financiera, no nos pagan, no nos cumplen los compromisos, a nosotros no nos tienen que enseñar a hacer lo que hemos hecho siempre que es atender bien los pacientes, lo que tienen que hacer es pagar por lo que nosotros hacemos, pero la trama es quién maneja la plata.
Más de 300 personas esperaban en el dispensario de Disfarma para la entrega de medicamentos. Entre ellas estaba Claudia Pérez.
"Tengo a mi madre, quien necesita una inyección Teriparatida para la osteoporosis. Desde octubre no se la entregan. Ya presenté un derecho de petición, una tutela. Con ese medicamento, mi madre había recuperado el 60% de la movilidad en su columna."
Como medida desesperada, muchas personas han tenido que recurrir a sus propios recursos para conseguir los medicamentos. En otros casos, no ha sido posible debido a que los tratamientos tienen un valor que oscila entre 2 y $9 millones.