En una ‘tortura’ se convirtió para transportadores y pasajeros el tránsito por el peaje de Oiba, desde Bucaramanga a Bogotá y viceversa.
Los reclamos son continuos porque cada vez que los vehículos llegan a ese punto se encuentran con una descomunal congestión que en algunos momentos alcanza los dos kilómetros a lado y lado.
En algunos casos los conductores han reportado que son filas hasta de dos kilómetros las que se forman, todo porque en el peaje deben dar paso alterno.
“No entendemos cómo se realizan estos trabajos en una fecha como esta de fin y comienzo de año, cuando se incrementa el flujo vehicular, sumado a la gran cantidad de personas que utilizan el transporte público.
“Tuvimos que esperar casi una hora porque la fila se extendía hasta dos kilómetros y vemos que el paso en el peaje está cerrado y solo dan paso alternadamente”, son las voces de algunos pasajeros y transportadores.
Un transportador que se desplazaba desde Bogotá, señaló que venía desde Bogotá y al llegar a ese punto tuvo que esperar más de una hora.
Sobre el tema se han pronunciado autoridades, pero hasta el momento la situación sigue igual.
El presidente de Fenalco en el sur de Santander, Édgar Lesmes, señaló que no pueden darse este tipo de situaciones en una época en donde hay aumento en el flujo vehicular.
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Esto afecta el turismo porque las personas quieren llegar a destinos como El Socorro, San Gil, Curití, etc y se encuentran con esta dificultad que ha generado rechazo.
Por ahora se pide que haya agilidad en los trabajos para evitar más complicaciones que puedan retrasar los recorridos desde Bucaramanga a Bogotá y viceversa.