En Barrancabermeja ambientalistas volvieron a encender las alarmas por el proyecto de construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales -Ptar-San Silvestre. En esta oportunidad tras las denuncias donde aseveran que faltan más de 40 mil millones de pesos para el desarrollo de las obras.
En un oficio que radicó el pasado 9 de mayo el Consorcio Ptar San Silvestre, y que expuso públicamente la Corporación Observatorio de Desarrollo Territorial, le solicita a la empresa Aguas de Barrancabermeja la “actualización de los precios de variación promedio anual de las canasta representativa de los insumos requeridos en la construcción de obras civiles del proyecto y actualización de los valores unitarios del presupuesto contractual al año 2022 y parcialmente al 2023”, dice el documento.
En las conclusiones, el contratista plantea que, según el análisis, el reajuste presupuestal es de un valor que supera los 41 mil millones de pesos, lo que representa un incremento del 24% total de la obra, que a 2019 tenía un costo de 169.998 millones de pesos.
Óscar Sampayo, politólogo y ambientalista, asevera que hay un alto riesgo de que esta 'Mega obra', de gran impacto ambiental para la ciudad, se convierta en un elefante blanco.
“Hemos advertido de la falta de recursos y ejecución de la obra por parte del contratista, ahora vemos que el consorcio dice que hacen falta 41 mil millones de pesos por el aumento en los costos de la obra, tenemos preocupación con la empresa también y vemos que la obra parece ser más un elefante blanco que una obra para sanear las aguas de Barrancabermeja”, puntualizó Sampayo.
Además, se sumaría el costo adicional que tendría el emisario final, “a ese ajuste habría que agregarle lo que determine el permiso ambiental y cómo ese permiso afecta al presupuesto inicial que ellos tenían”, aseguró Raúl Barba, representante de la Corporación Observatorio de Desarrollo Territorial.
La situación, para los lideres, resulta preocupante en el entendido que según el gobierno Distrital y la empresa Aguas de Barrancabermeja, el proyecto ya tenía cierre financiero.
“Nos vendieron un proyecto con cierres financieros y ahora resulta el contratista pidiendo más dinero, y no hay claridad sobre eso, hay muchas incertidumbres y hoy hay algo adicional que son los conflictos laborales que tienen las obras paradas. Esto nos pone en evidencia que hay una enfermedad de temas financieros que ya tiene síntomas, en este caso los líos laborales son un síntoma, el proyecto quiere hacer rendir el dinero pero a costa de los derechos de los trabajadores y eso es inadmisible”, dijo finalmente Barba.