El tráfico se ha convertido en uno de los problemas de los ciudadanos, quienes durante el día duran largas horas tratando de trasladarse de un punto al otro. Y es que no más en Bogotá, los ciudadanos perdieron en promedio 132 horas en los trancones durante el 2022, lo que ha posicionado a la capital colombiana como la ciudad con el peor tráfico del mundo, según Financial Times.
De allí que las personas empiecen a sufrir enfermedades a raíz de las grandes congestiones que se presentan en la ciudad, lo que aumenta las afectaciones médicas, ya que se unen diferentes pilares como la contaminación ambiental y la contaminación auditiva, interfiriendo en el funcionamiento normal del sistema cardiovascular.
Para el doctor Javier Moreno Cortés, cardiólogo, ecocardiografista y coordinador de la Unidad de Dolor Torácico de la Clínica Reina Sofía de Bogotá, este tipo de situaciones generan enfermedades cardiovasculares las cuales siguen siendo consideradas por la OMS como el principal factor de muerte en el mundo, sin que haya distinción alguna entre países desarrollados o en vía de desarrollo.
“Las enfermedades cerebrovasculares, cobran más vida que otras enfermedades en las diferentes ciudades del planeta, ya que, en tráfico es donde más cercano, se tienen los efectos innegables del calentamiento global y eso hace que sus consecuencias directas sobre nuestra salud por lo general pasen desapercibidas, haciendo de él un problema silencioso”, comentó el profesional.
Efectos que la contaminación y el ruido generan en el cuerpo humano
Incrementa la presión arterial: esto se debe a que el sistema cardiovascular es un sistema en donde el corazón cumple la función de una motobomba y las arterias la función de unas mangueras. Cuando la manguera tiene una tasa de flujo constante, la sangre pasa a una velocidad y una presión también constante que permite que el sistema funcione en equilibrio; pero cuando aumenta la presión o la velocidad ese equilibrio cambia. Al tener una carga alta de estrés debido al constante tráfico, se pueden producir lesiones cerebrales, de retina, renales o cardiacas sobrecargando el cuerpo humano.
Contaminación en las vías: las micropartículas que circulan en el aire que hay en medio del dióxido de carbono contiene elementos que provoca inflamaciones en las arterias. Al estar en medio de los trancones, el cuerpo humano está expuesto a los vapores que expulsan los demás carros, aumentando las posibilidades de sufrir enfermedades de este tipo, es por esto que ciudades con altas tasas de contaminación en el mundo se ven obligadas a incentivar cada tanto el uso de tapabocas y filtros respiratorios para disminuir los efectos prolongados de la exposición a dichas partículas.
El ruido: este factor, hace que el cuerpo libere sustancias nocivas como adrenalina y cortisol, que están relacionadas con el estrés y con el aumento de la frecuencia cardíaca, es decir, con el aumento de la presión arterial. “Cuando estamos expuestos a altos niveles de ruidos abrumadores, incómodos, desagradables, repetitivos, nuestro nivel de estrés aumenta al punto de producir hormonas que van de la mano con el instinto de supervivencia” explica el doctor Moreno.
El estrés: juega un papel importante en la presión arterial debido a que puede estar relacionado con el ruido, pero también tiene efectos independientes. La preocupación respecto al tráfico consiste en que allí hay un daño que se va gestando lenta y silenciosamente hasta que el problema cardiovascular aparece.