¿Por qué cuando se tiene hambre la primera opción es comer grasa? Experto explica
El doctor Javier Galvis, especialista en medicina funcional, señaló que hay un sistema de señalización que comunica el intestino con el cerebro y que explica el impulso detrás de uno de los principales problemas de salud de la humanidad, que es la obesidad.
En diálogo con RCN Mundo, el especialista se refirió a un reciente estudio publicado por la revista Nature y señaló que “hay dos formas distintas de interpretar si el hambre o el cerebro es el que manda ante un plato de comida. La primera es que existen en la boca unos receptores de sabor y a eso es que uno le da la responsabilidad de decir si me gustó o no me gustó la comida”.
"Sin embargo, lo que dice el estudio es que una vez llega la comida al estómago, hay células que llevan una señal directamente desde el estómago al cerebro a través de un nervio que se llama nervio vago, otra señal independiente para detectar cuánta grasa, si tiene aminoácidos, si tiene azúcar la comida y desarrollar a largo plazo una preferencia por cierto tipo de alimentos", expresó.
(Audio) Javier Galvis, especialista en medicina funcional, sobre comer alimentos con grasa.
Explicó que “a pesar que es un estudio que salió ahorita en agosto, la industria de alimentos conocía del cuerpo humano hace muchos años atrás. En ese sentido, el mismo cuerpo puede pensar que existe ese impulso por comer, más inclinado hacia alimentos procesados”.
“A veces cuando uno va a un restaurante muy bueno en el que preparan alimentos saludables, uno puede terminar siendo saciado o decir no tengo hambre hasta seis u ocho horas, pero si uno llega a comer una hamburguesa pequeña, es fácil volver a sentir las ganas de querer volver a comer y eso depende de la grasa oculta en el alimento”, agregó.
“No es lo mismo comerse un aguacate que termina siendo la misma saciedad de una hamburguesa, que un alimento procesado que te impulsa nuevamente a querer comerlo. Ese sería como un polo negativo en cuanto a que la industria puede desarrollar alimentos “más deliciosos”, o que el cuerpo pueda interpretar como que los quiere comer más”, aseguró.
Como una posible solución a esas ganas de comer alimentos procesados, el doctor Galvis indicó que “por ejemplo uno cambia ese estilo de alimentación con una grasa igual, pero de origen natural y beneficiosas al cuerpo. Así se deja de tener esos antojos excesivos por grasas y a la larga es como un buen estilo de vida y buena alimentación. Podemos ir acostumbrando a nuestro estómago y nuestro cerebro a hacer buenas elecciones”.