"Hay mil maneras de sobrevivir sin la coca", microempresarios en El Catatumbo
Hablar del Catatumbo para muchos es sinónimo de violencia, ilegalidad y cultivos de coca; pero hablar de este territorio para José Joaquín Peñaranda, un campesino de la zona, es hablar de un territorio rico en tierras fértiles y una despensa agrícola para Norte de Santander.
Este hombre de 35 años se define como un microempresario del chocolate, pese a que desde los 15 años abandonó el colegio para irse a sembrar coca durante 20 años, hoy ve en la siembra, y proceso del cacao una alternativa para salir adelante en una tierra marcada por la violencia.
RCN radio lo contactó para conocer un poco más de todo ese proceso de cambio de cultivos, y del mensaje que desea enviar a quienes aún sobreviven de la comercialización de la hoja de coca.
“Soy el dueño de la empresa Chocolates Catatumbo, una nueva alternativa para mi campo. La idea surge de no cultivar más hoja de coca, separarme de los cultivos ilícitos y construir un cultivo de mejor rentabilidad y con ley propia, para sentir el apoyo del gobierno, no tener que estar uno escondiéndose de nadie, y hacer las cosas por lo legal”, afirmó Peñaranda.
La siembra y el proceso del cacao a chocolate, en estos momentos son desarrollados en la vía que de Cúcuta conduce al municipio de Tibú, a la altura de la vereda Agualasal.
Sobre lo que ha implicado el cambio de cultivos, este campesino ha dicho que es un tema complicado, por las diversas situaciones que deben enfrentar, incluido el tema de seguridad.
“Es un cambio difícil por la costumbre de lo ilícito, de recibir mejores cantidades de dinero con la coca, pero se puede con lo legal sobrevivir, sacar la familia adelante, mostrarles un nuevo emprendimiento, darles una señal que de coca no solamente se sobrevive en el Catatumbo; el Catatumbo tiene mil maneras de sobrevivir sin necesidad de sobrevivir de la coca”, indicó el microempresario del cacao.
Frente a lo que vislumbra de todo este reto, el campesino tarrense anhela poder convertirse en un gran empresario del chocolate, ser ejemplo para sus coterráneos y poder generar nuevas oportunidades laborales.
“Mi anhelo es llegar a ser un gran empresario en Norte de Santander, respaldando a todos los cacaoteros del departamento, sacar mis hijos adelante, que estudien, que tengan una nueva expectativa de vida y que mi familia nunca más tenga que llegar a los cultivos ilícitos”, dijo este campesino.
Finalmente, con su ejemplo de superación, este campesino oriundo del municipio del Tarra, en Norte de Santander espera que otros labriegos tomen la decisión de dejar los cultivos de coca y hagan parte de la sustitución voluntaria de los cultivos ilícitos.