Hospital de Ocaña continúa en alerta máxima por casos de Covid-19
El alto número de casos para Covid-19 mantiene en alerta roja al Hospital Regional Emiro Quintero Cañizares. La grave situación ha llevado al agente interventor, Yamil Blel Cervantes, a solicitar de nuevo al alcalde Samir Casadiego las medidas de toque de queda y ley seca.
Las cifras de contagios se desbordaron en las últimas semanas debido a la indisciplina ciudadana y las aglomeraciones. La situación es tan caótica que algunos pacientes tienen que esperar o recibir atención a las afueras del centro asistencial.
"Estoy bastante preocupado, prácticamente tuve que cerrar medicina interna y hospitalización, muchos de los insumos son importados. He llamado al Alcalde para que mire qué se puede hacer, estamos en sobrecupo", dijo Blel, explicando la seriedad del asunto.
Y es que Ocaña ya pasa de los 5.333 casos y se prevé que el país viva un 'pico de picos' en las próximas tres semanas.
Según los expertos, la reapertura económica y las aglomeraciones, producto de las jornadas de protesta, podrían ser los focos de contagio y cuyos resultados se darían en julio y agosto.
El 'relajamiento de ciudadanía' ha generado una compleja situación en los municipios de Ábrego y Ocaña. Por ejemplo, en la zona rural del Bello Valle, la atención urgente de pacientes se hace difícil debido a lo extenso del territorio, tal y como paso en la vereda Cuatro Esquinas, que pertenece a Cáchira, pero donde algunas fincas colindan con Ábrego, de tal manera que han tenido que compartir las emergencias.
En Ocaña, durante el mes de mayo, se duplicó el número de casos, con un incremento del 25%.
El agente interventor y el Alcalde de Ocaña prevén una reunión para las próximas horas para analizar el comportamiento de la pandemia así como determinar las posibles medidas a implementar.
Entre tanto, el Hospital Emiro Quintero Cañizares tiene 18 camas UCI ocupadas y solo tiene unas cinco más disponibles para tratar otras requerimientos.
Si bien el gobernador del Norte de Santander y el IDS hicieron algunos anuncios y ayudas pero no se han materializado. "Puedo decir que no he recibido una botella de alcohol en siete meses para la institución, para la atención de la población de Ocaña por parte del departamento", afirmó Blel Cervantes.
El un solo día, 20 camas UCI fueron ocupadas por pacientes COVID-19 y no se descarta utilizar las carpas de vacunación y trasladar los puestos de atención al Coliseo Cubierto Argelino Durán Quintero de continuar así la emergencia. Además, hay escasez de insumos para los enfermos debido a que algunos son importados y existe alta demanda en el país.
La mortalidad y la incidencia del virus en jóvenes y población entre los 40 y 65 años preocupa a las autoridades de salud y el anuncio del regreso a clases a partir del 6 de julio también ha generado cierto temor en un sector de los docentes.
A pesar de que la Secretaria de Educación Departamental haya entregado los protocolos implementados por el Ministerio de Educación Nacional, algunos docentes se muestran con temor de regresar a las aulas. Según datos de Asinort Ocaña, siete maestros han fallecido por Covid-19 y unos 10 menores de edad se han contagiado. Otro grupo de docentes se recupera en sus casas y no poseen el esquema completo de vacunas debido a la situación.