Festival de Danza Rasga Tierra en Bucaramanga: un grito por la equidad y no violencia
El 4 ° Festival Rasga Tierra se llevará a cabo entre el 25 y el 29 de abril, en el Campus central de la UIS, con ciclo de cine, talleres, presentaciones al aire libre y en el Auditorio Luis A. Calvo. Cuenta con la participación de compañías de danza y escuelas de formación de Bucaramanga y el área metropolitana.
En esta oportunidad, el colibrí será el símbolo del encuentro, pues representa el amor, la fuerza, la belleza, la armonía e inspira a seguir adelante y dejar el pasado. Además, es la fiel imagen del equilibrio poderoso entre lo espiritual y las aves fantásticas de la naturaleza.
El lanzamiento del Festiva se llevó a cabo el pasado miércoles 19 de abril en la UIS, con la presentación de los grupos Música y danzas folclóricas UIS y Música y danzas afrocolombianas Macondo, gritaron y bailaron por la violencia de género y el respeto por las diferencias.
El público asistente presenció, a través de los grupos musicales, las adaptaciones del Informe de la Comisión de la Verdad, donde se ven reflejadas realidades de mujeres y población diversa víctimas del conflicto.
El Programa de Diversidad Sexual y Población LGBTIQ+, de la Secretaría de Desarrollo Social, fue invitado, a través de Macondo UIS, para impartir una serie de talleres que permitan fundamentar una puesta en escena en donde, a través de la danza y la música, se transmita un mensaje sobre las corporalidades diversas, es decir, la población LGBTIQ+ que ha sido víctima de diferentes tipos violencia.
Por su parte, , destacó que es “un gran paso que la UIS siga apostándole a estas propuestas artísticas. Muy importante que un festival como Rasga tierra pueda visibilizar las realidades diarias de la población, sobre todo las más vulnerables. Es bonito encontrar que, desde las expresiones artísticas, logramos conectar desde la emocionalidad y la empatía con esas realidades y poder hablar de las mujeres, los niños y la población LGBTIQ. Este lanzamiento nos permitió a todos sentirnos parte y sentirnos uno solo, sentir el dolor, pero también sentir la esperanza, sentir que se puede seguir danzando en medio de las dificultades.