Anomalías térmicas alcanzan valores mayores en el volcán Nevado del Ruiz
Ayer 7 de mayo, y en lo que va del día de hoy, ha predominado la actividad sísmica relacionada con el movimiento de fluidos al interior de los conductos volcánicos. Esta sismicidad ha presentado un leve aumento en el número de sismos y la energía sísmica liberada respecto al día anterior (6 de mayo). Algunas de estas señales han sido relacionadas con emisiones pulsátiles de ceniza, confirmadas a través de las cámaras web utilizadas para el monitoreo volcánico.
De manera paralela, continúa el registro de sismicidad asociada a fracturamiento de roca al interior del edificio volcánico, la cual mostró un comportamiento similar en el número de sismos y en la energía sísmica en comparación al día anterior (6 de mayo). Los sismos se localizaron en el cráter Arenas y de manera dispersa alrededor del mismo, a una distancia máxima de 6 km y a profundidades entre 1 y 5 km.
Con respecto a la actividad superficial, la altura máxima de la columna de gases y/o ceniza observada fue de 1800 m medidos desde la cima del volcán y estuvo relacionada a una emisión de ceniza registrada el 6 de mayo a las 11:54 p.m. La dirección de dispersión preferencial de la columna de gases estuvo hacia el suroccidente y noroccidente del volcán. Desde las plataformas de monitoreo satelital, se observaron varias anomalías térmicas importantes en el fondo del cráter. Por otro lado, se mantienen las variaciones de la desgasificación de dióxido de azufre y la salida de vapor de agua desde el cráter a la atmósfera.
Estos indicadores ratifican que la actividad del volcán Nevado del Ruiz sigue siendo muy inestable y que es necesario continuar con las medidas de prevención. Es posible que los niveles de actividad sísmica, así como los niveles de desgasificación o salida de ceniza disminuyan o sean oscilatorios, en el sentido de aumentar unos días y disminuir otros. Sin embargo, esto no implica que el volcán haya retornado a sus niveles normales de actividad, por lo que se recomienda no acostumbrarse a estos cambios oscilatorios de actividad y pensar que es una actividad normal del volcán.