La tranquilidad que vivía el barrio Betania, al norte de Bucaramanga, fue interrumpida por un ataque sicarial que dejó como víctima a Kasandra McKenzie.
Las autoridades señalaron que, de acuerdo con las versiones de testigos, dos sujetos armados, a bordo de una motocicleta Pulsar NS, llegaron hasta la carrera 10, por el sector de la cancha, con un único propósito: dispararle a la mujer.
Testigos del hecho narran que uno de los sicarios se quedó en la motocicleta, mientras el parrillero descendió y se acercó a Kasandra McKenzie.
El sujeto nada dijo e inmediatamente abrió fuego, dejando a la mujer gravemente herida. Los vecinos del sector, alarmados por los disparos, intentaron socorrerla, pero fue en vano. Kasandra murió en el lugar de los hechos.
Las autoridades llegaron al sitio minutos después del ataque, acordonando la zona e iniciando las investigaciones pertinentes. Aún no se han dado a conocer los móviles del crimen, pero no se descarta que esté relacionado con ajustes de cuentas o problemas personales.
Este hecho aumenta la preocupación entre los residentes del norte de Bucaramanga, quienes exigen mayor presencia policial y medidas de seguridad que garanticen la tranquilidad en sus barrios.
Mientras tanto, la policía continúa con la búsqueda de los responsables, revisando cámaras de seguridad y recopilando testimonios que permitan esclarecer este atroz crimen.
Kasandra McKenzie se suma a la lista de víctimas de la violencia que azota la región, dejando un vacío en su familia y la comunidad que la conocía.
Las autoridades indicaron que su nombre de pila es Emanuel Arrieta Jiménez, de 27 años, cuyo cuerpo permanece en Medicina Legal.