El alcalde de Bucaramanga Jaime Andrés Beltrán dio a conocer el pasado 29 de octubre de 2024, que bajo el marco de la Ley 1801 de 2016, que establece el “derecho a la tranquilidad y a las relaciones respetuosas es fundamental para la convivencia”, la ciudad iba a ser militarizada para evitar el desorden que estas caravanas, que usualmente provocan caos vehicular.
Desde maniobras con las motos no aptas para menores, cruce de semáforos prohibidos, robos al estilo 'The Purge', avenidas y calles colapsadas es lo que se vivió la noche del 31 de octubre en Bucaramanga.
“Hemos establecido el ‘plan candado’ y consiste en militarizar todas las entradas y salidas de la ciudad. Que los ciudadanos tengan la confianza de movilizarse por la ciudad sin el riesgo de que tengamos un hecho violento”, señaló Beltrán.
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Con 653 cámaras de vigilancias y 1.200 agentes de la Policía Metropolitana de Bucaramanga y de la Quinta Brigada del Ejército, las autoridades reforzaron los sectores “claves” como la Carrera 27, Cabecera, Carrera 33, La Puerta del Sol, San Alonso y El Prado.
Sin embargo, la salida de las caravanas ya estaba advertida desde que circuló un panfleto que decía: “las calles son nuestras”. Desde las 10 de la noche del jueves 31 de octubre, las calles fueron de ellos. En motos disfrazadas, con música y pólvora, las caravanas se movilizaron por el Anillo Vial, la carrera 27 y carrera 33 con calle 48 (Cabecera), entre otros.
Algunos acontecimientos, quedaron registrados en las redes sociales de algunos ciudadanos. Se conoció que una mujer fue agredida por su expareja al verla con un amigo, y como “castigo”, la comunidad prendió en llamas sus motos. También hubo un atentado sicarial: un hombre fue atacado con arma blanca en un establecimiento comercial y resultó herido en el barrio La Aurora.
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Y, por evadir los retenes que la policía realizó, según las autoridades, un motociclista se estrelló contra un taxi en el sector de Provenza sobre la autopista entre Bucaramanga y Floridablanca. Hasta un alférez falso, en el sector conocido como “Cuadra Play”, en Cabecera, fue visto “controlando” la movilidad. En otros vídeos, también quedó registrado el ruido constante de los pitos de las motos que perturbó la tranquilidad de algunos barrios del Área Metropolitana.
Aunque este año, hubo 15 puntos de intervención en donde se encontraron conductores con motos sin licencia de conducción y con las placas tapadas, las caravanas burlaron a las autoridades y, como suele pasar, año tras año, durante la noche y la madrugada las calles fueron de estos personajes.
Por: María José Parra Cepeda