Se busca reparar a las comunidades indígenas víctimas de la violencia en Norte de Santander
En el municipio de El Carmen, la Unidad para las Víctimas realizó la séptima y última jornada de caracterización del daño con el sujeto colectivo Motilón Barí, en el marco de la ruta de reparación.
Esta comunidad indígena residente en Tibú, Teorama, El Tarra, Convención y El Carmen, municipios que conforman la zona del Catatumbo y priorizados en los acuerdos de paz con los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET) fue reconocida como sujeto de reparación colectiva tras las consecuencias causadas por el conflicto armado por hechos victimizantes como homicidio, tortura, desplazamiento y secuestro, entre otros.
Corroncayra Youkayra e Ichirrindakayra son algunos de los 23 resguardos que conforman esta población étnica que participó de las jornadas de caracterización del daño que implementó la Unidad para las Víctimas.
“En esta parte del proceso de la ruta de reparación, un equipo de profesionales de la entidad se acercó a la comunidad y con una metodología que se aplicó desde el enfoque psicosocial desarrollaron una serie de actividades que permitieron identificar un antes y un después de los hechos de violencia ocurridos con este grupo étnico donde se evidenciaron las afectaciones generadas por el conflicto armado y su estado actual”, expresó la directora de la Unidad para las Víctimas en Norte de Santander y Arauca, Johanna Gelvez Ascanio.
Un intercambio de cultura y conocimiento fue parte de la experiencia que marco este proceso. “Estamos acompañándolos en ese proceso de reconocimiento de los daños que se realizaron a través de relatos colectivos que lamentablemente dejaron entrever un fuerte impacto emocional y en algunos casos pérdida de su cultura en determinados territorios”, dijo la funcionaria.
“Agradezco al equipo de profesionales de la Unidad para las Víctimas. Es muy difícil llegar aquí, pero queremos que nos sigan visitando porque nos pareció muy bien esta jornada, queremos continuar con este proceso para seguir complementando la reparación” señaló el cacique del resguardo Corronkayra, Fosky Amequeruna.
Hoy el sujeto de reparación colectiva, Motilón Barí es ejemplo de resiliencia y superación de una cultura que se mantiene en medio de la violencia y que desde sus resguardos le apuesta a la trasformación social y a la recuperación de su tejido social con acciones de paz y reconciliación.