Comunidad en San Gil teme que construcción de la variante se convierta en un elefante blanco
La administración municipal de San Gil realizó una visita de inspección a la obra de la variante para verificar si en realidad la firma constructora Concay está cumpliendo con los pactos establecidos.
La preocupación de la comunidad es que la variante se ha convertido en un dolor de cabeza, tanto para los vecinos del sector como para los dueños de los predios por donde actualmente pasa, argumentando que faltó información al inicio de la obra.
Si bien la obra continúa, las molestias no paran debido a la falta de información a la comunidad en San Gil. Por ello, se preguntan si los $180.000 millones alcanzarán para la construcción total.
La comunidad de las veredas Ojo de agua y El cucharo muestran su inconformismo por el mal estado de la vía que de San Gil comunica al municipio de Cabrera, que se presenta desde el inicio de la obra debido al tránsito de vehículos pesados.
El alcalde de San Gil, Hermes Ortiz Rodríguez, indicó que durante la visita la administración se comprometió a facilitar la maquinaria.
Por otra parte, Invías se comprometió a estudiar la posibilidad de donar material para el mantenimiento de la vía, pero la firma constructora Concay no ha dado respuesta a las solicitudes, argumentando que dentro del contrato no se tiene contemplado el mantenimiento y reparación, por donde transita la maquinaria que es utilizada para la construcción de la variante.
“Concay me está tomando del pelo”, dijo Hermes Ortiz ante la negativa de dar solución a la problemática de este sector de San Gil.
Son múltiples la quejas por el mal estado y deterioro del trayecto que comunica a estos dos municipios y sumado a ello, también es transitado por los vehículos de la basura que van a los rellenos sanitarios.
La Administración Municipal desde hace ya un año ha solicitado formalmente la socialización del proyecto a la comunidad por parte de la firma constructora Concay, sin que hasta el momento se dé una respuesta positiva.