Los niños han retornado a colegios en algunos países del mundo. En Colombia esto aún no se ha permitido.
Los niños dejarán de ser atendidos porque estos sitios cerraron sus puertas al no renovarse a tiempo la contratación.
No para la preocupación entre los padres de familia de Bucaramanga que dependen del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), para el cuidado de cientos de niños en las cuatro sedes de los Centros de Desarrollo Infantil (CDI).
Se completa casi un mes de la finalización del contrato del personal de apoyo de estos centros, lo que ha imposibilitado que los niños sean atendidos. Sin embargo, todavía se desconoce el por qué no se renovaron estos contratos.
“Estamos desamparados, son en total 627 niños y 114 personas que laboramos en el CDI que nos hemos visto perjudicados con este cierre. Los niños, que son los principales víctimas, no sabemos quién los cuidó estos días y es preocupante porque estas familias necesitan este apoyo”, señaló Edilma Jaimes, personal del CDI Camino de Belén de Piedecuesta.
Por esta contingencia los trabajadores y padres de familia realizan un plantón para exigir que se haga la contratación anual y que de esta manera no se afecte el cuidado de los niños.
“Es urgente que se realice este proceso, son madres cabeza de hogar que necesitan este apoyo, entre ellas están las víctimas del conflicto armado y es importante brindarles este respaldo”, señaló Jaimes.
Por otro lado, una de las madres de familia afectadas añadió que la suspensión del servicio les extraña, ya que es un contrato que el ICBF tenía desde hace diez años con la Fundación Colombo Alemana. Por lo que era evidente que la calidad de servicio les estaba aportando al crecimiento de sus hijos.
“Ellos han tenido un paso a paso favorable con el desarrollo y pues hay que tener presente que la interrupción del proceso de educación inicial, que es el ciclo fundamental para el desarrollo de nuestros niños, sería muy lamentable”, indicó Ludy Tirado, una de las madres solteras que se ven más afectadas por esta situación.
A los padres de familia solo les queda esperar que la decisión de agilizar el proceso de la nueva empresa contratista no demore. Ya que, en el caso de Tirado, por ser madre soltera y sin los recursos suficientes, le queda muy difícil conseguir otro tipo de atención para su hijo menor de cinco años, mientras está trabajando.
Fuente
Alerta Santanderes
