Cinco municipios de Norte de Santander enfrentan problemas en las vías por derrumbes y deslizamientos de tierra, daños en los cultivos agrícolas y deficiencia en los servicios públicos, como consecuencia de las fuertes lluvias de las últimas semanas.
Toledo es el municipio más afectado, más de 180 familias damnificadas, cuatro veredas del corregimiento de Samoré, enfrentan graves problemas en el servicio de agua y comunicación de las líneas telefónicas.
Igualmente, un movimiento de tierra a gran escala se está registrando en zona rural de Toledo y podría comprometer la estabilidad de una torre de energía de la línea de transmisión Samoré–Banadía, a 230.000 voltios.
La falla fue detectada por personal técnico de Isa Intercolombia que adelanta inspecciones y monitoreo para determinar cuál es el impacto de las fuertes lluvias que vienen cayendo en la zona y que han hecho que las fallas geológicas aceleren su movimiento.
Mientras que en la vereda Chucarima del municipio de Chitagá, una montaña se derrumbó afectado directamente a 17 familias que quedaron prácticamente incomunicados.
El alcalde de Chitagá, Jorge Luis Pacheco, dijo a RCN Radio que “las fuertes lluvias arrasaron con varias hectáreas de zona verde de la vereda Chucarima que limita con el municipio de Toledo, es una falla geológica que enfrenta la zona”.
Igualmente, las fuertes lluvias han ocasionado daños en las vías veredales de los municipios de Silos, Labateca y Herrán, en donde las fuertes lluvias impiden el paso de vehículos livianos y pesados, hay dificultad para la movilización de diversos productos agrícolas de la zona.
El Ideam ha reportado que las lluvias continuarán y mientras tanto se encuentran en total alerta los organismos de socorro ante cualquier emergencia que se llegará a registrar.