Norte de Santander entre las nueve regiones de Colombia más afectadas por la desaparición de personas
Norte de Santander se encuentra entre los nueve departamentos de Colombia en donde el flagelo de la desaparición se siente con mayor rigor. Según datos del Centro Nacional de Memoria Histórica, entre los años 1958 y 2016 se contabilizaron 5.542 casos, de los cuales 3.066 corresponden a desapariciones forzadas, 2.138 a secuestros y 338 están relacionados con reclutamiento y utilización de menores de 18 años.
Cifras que maneja la Unidad de Víctimas, entre tanto señalan que de las 320.429 víctimas reconocidas en el marco de la ley 1448 que han declarado algún acto victimizante en Norte de Santander, 5.112 denunciaron casos de desaparición forzada. Actualmente, 3.592 de esas víctimas ya son sujeto de atención, es decir, ya cumplen con los requisitos para lograr acceder a las medidas y beneficios a los que tienen derecho.
Pero aunque estos hechos ya han sido puestos en conocimiento de las autoridades, muchos de los casos siguen sin resolverse y sus seres queridos en medio de la incertidumbre de no saber qué pasó con sus familiares, no logran cerrar ese capítulo en sus vidas.
La Unidad de Búsqueda de Personas dadas por desaparecidas, entregó cifras de los casi dos años que lleva en funcionamiento en Norte de Santander, apenas 555 personas han solicitado el apoyo de localización de sus familiares, lo que convierte a este departamento en una de las regiones en la que menos requerimientos se han hecho.
Para la entidad, la razón: la desconfianza y el miedo que les produce tener un conflicto cada vez más intenso, el asesinato constante de los líderes y lideresas sociales, al igual que funcionarios y de todo aquel que se atreva a denunciar. Esto genera miedo y provoca un escenario que hace más vulnerable a estas personas que prefieren callar.
En vista de esta situación, la Unidad de Búsqueda tomó la decisión de impulsar la firma de un pacto regional en Norte de Santander, con el objetivo de agilizar los procesos de todos aquellos que quieren saber qué pasó con sus seres queridos, sino impulsar una articulación interinstitucional para que exista una respuesta mucho más ágil a todas esas familias que anhelan conocer la verdad y poder sensibilizar a la sociedad sobre este flagelo.
La directora de la Unidad de Búsquedad, Luz Marina Monzón, fue la encargada de liderar la suscripción de ese pacto, acto que se realizó en la Biblioteca Pública Julio Pérez Ferrero, al cual se sumaron también la Gobernación de Norte de Santander, la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, así como autoridades indígenas, organizaciones sociales, la academia entre otros.