La pelea cruzada entre el director de UNGRD y el alcalde de San Vicente de Chucurí
Carrillo aterrizó en Bucaramanga el domingo 17 de noviembre, luego de que varios alcaldes, de diferentes municipios, exigieran su presencia y atención en los territorios más afectados por las fuertes lluvias.
Junto con el Gobernador de Santander, Juvenal Díaz Mateus, sobrevolaron el municipio de San Vicente de Chucurí para tener perspectiva de las zonas afectadas. La idea era aterrizar en el municipio, sin embargo, por mal tiempo, ni Díaz, ni Carrillo pudieron descender.
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Abajo, en el municipio, Sanmiguel esperaba al gobernador y al director después de siete días de emergencia, cultivos inundados, casas e infraestructuras dañadas, 13 acueductos rurales dañados, 17 veredas incomunicadas y desabastecimiento de agua y más del 70% del municipio afectado.
“Estuvimos esperando aquí en el municipio de San Vicente, donde sucedió la peor tragedia social y económica. Yo le quiero decir a Carillo que, si no pudo aterrizar en helicóptero, vengase por tierra. Estamos a hora y media de Bucaramanga, pero quiero que venga a ver cómo está el municipio”, manifestó el alcalde.
También señaló que es desde el mismo territorio donde se pueden atender las emergencias y no en otras ciudades como Bogotá o Bucaramanga. Por último, extendió el llamado al Gobierno Nacional para llegar a la “Colombia Profunda” para que vean, en palabras del mandatario, la lamentable situación en la que está el municipio.
En Bucaramanga, a media hora de este municipio, en la oficina del Centro de Gestión Integral del Riesgo de Desastres Oriente estuvieron presente el Gobernador de Santander, el director de la Unidad para la Gestión del Riesgo de Desastres y más de veinte alcaldes de diferentes municipios para exponer y coordinar acciones de recuperación en las zonas afectadas del territorio.
Después de la jornada, se llevó a cabo una rueda de prensa y el primero en tomar los micrófonos fue Carillo. Sin embargo, antes de exponer los puntos claves de la reunión, Carillo no se mordió la lengua y le respondió al alcalde.
“Yo quiero decir algo, yo he podido trabajar bien desde la oficina con funcionarios con quienes no compartimos la misma ideología o con personas que no son parte de mi proyecto político”, así comenzó la respuesta de Carrillo.
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Entre los funcionarios que no comparten la misma posición política están; el gobernador de Santander y Antioquia y el alcalde de Cartagena, entre otros.
“La Gestión del Riesgo no admite cabida a discusiones políticas, ni mucho menos a show o pataletas que lo único que buscan es afán de protagonismo. Nosotros tenemos que darles respuestas a los ciudadanos”, continuó diciendo el director.
“Mintió diciendo que no había funcionario de la Ungrd, hasta fue muy grosero con algunas ingenieras que se encontraban allá. Entonces pues yo entiendo que el señor alcalde puede estar muy preocupado, no sé qué es lo que pasa. Pero yo sí creo que una virtud que debe tener un mandatario es la templanza, y le hace falta al señor alcalde de San Vicente de Chucurí”, terminó su discurso, Carlos Carrillo.
Después de las declaraciones de Carrillo confirmó que Santander será beneficiario de los recursos del desastre nacional. También hizo un llamado a los alcaldes para registrar a los damnificados y realizar la Evaluación de Daños y Análisis de Necesidades. Pues, para la fase inicial de respuesta se calcularon 1,7 billones de pesos para priorizar las necesidades.
Por otro lado, notificó que se aumentara las horas de trabajo de maquinaria amarilla en los municipios más afectados, entre esos, San Vicente de Chucurí. “Inicialmente serán 23 mil horas de maquinaria amarilla. Para el próximo año, trabajaremos con la Gobernación para estructurar un banco de maquinaria que permita fortalecer la capacidad de respuesta del departamento”.
Luego de las declaraciones de Carrillo, fue el turno del gobernador de Santander, Juvenal Díaz Mateus, quien aseguró que al menos 800 mil millones se requieren para atender la emergencia invernal por la que atraviesa Santander en la actualidad. Esta cifra se deduce tras la urgencia de hacer la reparación de puentes destruidos, la construcción de obras de mitigación del riesgo en las áreas afectadas, además de las ayudas humanitarias que se requieren para atender a la población.