Quema de frailejones y hectáreas afectadas dejó incendio en el páramo de Almorzadero
Un incendio que se presentó durante dos días en el páramo de Almorzadero, destruyó decenas de hectáreas y miles de frailejones, como confirmó la Oficina de Gestión del Riesgo de Santander.
Esta emergencia fue controlada por los Bomberos Voluntarios de Carcasí y Chiscas (Boyacá).
"El incendio se dio a inmediaciones de Boyacá y Santander, en los límites de los municipios de Carcasí y El Cerrito, en la vereda Bojayá del sector La Paja. Afortunadamente fue liquidado, sin embargo, se registraron dificultades de acceso del personal", explicó Fabián Vargas, director de la Oficina de Gestión del Riesgo en el departamento santandereano.
Por el lugar en el que se registró el incendio, el personal del Cuerpo de Bomberos tuvo que caminar al rededor de cuatro horas y apagarlo de manera manual, ya que los vehículos y maquinas especiales no podían ingresar.
Pese a que se está haciendo un barrido para confirmar las pérdidas que dejó esta emergencia ambiental, se cree que superan las 20 hectáreas afectadas.
"La Corporación Autónoma Regional de Santander (CAS) está en la zona verificando los daños, el tipo de vegetación afectadas y qué tipo de recursos naturales se perdieron. Por ahora, las causas del conato son materia de investigación por estas autoridades ambientales", explicó el director.
Sin embargo, hay que mencionar que esta emergencia haría parte de la temporada seca que se reporta en el departamento y en la Región Andina, la cual se extenderá por al menos tres meses.
"El Ideam fue enfático que esta temporada podría llegar hasta medidos del mes de marzo, a la fecha tenemos el reporte de temperaturas altas 75 municipios de Santander. De estos, son 25 que se encuentran en alerta roja y 50 en alerta naranja", agregó Vargas.
Las recomendaciones que entregan las autoridades es que las administraciones municipales destinen los recursos necesarios a los Cuerpo de Bomberos para que estén preparados ante cualquier tipo de emergencias.
Además, piden que no se realicen las llamadas quemas controladas, ya que estas prácticas en el sector rural pueden aumentar las posibilidades de estos incendios forestales.